El paisaje automotriz del Reino Unido está experimentando una notable transición con el auge de los vehículos eléctricos y la carrera por la conducción autónoma. En 2024, el país alcanzó casi un 30% en ventas de autos eléctricos, superando a Estados Unidos, que se mantiene en un 10%. Este impulso se debe a la pronta implementación de medidas como la prohibición de ventas de coches de gasolina y diésel para 2030 y la nueva normativa de Vehículos de Cero Emisiones (ZEV).
Sin embargo, el Reino Unido enfrenta desafíos significativos en la construcción de infraestructura para la producción masiva de EVs. En comparación, Estados Unidos ha canalizado inversiones de gran escala hacia su territorio mediante la Ley de Reducción de la Inflación, que ofrece incentivos para la fabricación de vehículos eléctricos y baterías, desviando así capital global a Norteamérica.
En medio de este panorama, la startup londinense Wayve destaca como un ejemplo del potencial británico en la industria tecnológica. En 2025, Wayve recaudó más de mil millones de dólares a través de una ronda de financiación liderada por SoftBank, Microsoft y NVIDIA, consolidando su papel en el software de vehículos autónomos. Además, ha firmado un acuerdo con Uber para probar taxis autónomos de Nivel 4 en Londres en 2026, situándose a la par con las iniciativas en ciudades estadounidenses.
Wayve ha demostrado su capacidad de expansión al adaptar su tecnología para mercados complejos como Alemania y Japón. Su estrategia de despliegue global contempla la entrada en países con diversas regulaciones y estructuras viales, validando la adaptabilidad de su modelo de Inteligencia Artificial Universal.
La ventaja competitiva de Wayve radica en su sistema de conducción autónoma de extremo a extremo, que opera sin mapas detallados, a diferencia de otros que requieren tecnología modular. Este enfoque permite una escalabilidad más rápida y económica.
La llegada de 2026 marcará un hito para la movilidad autónoma en el Reino Unido con los ensayos de robotaxis en Londres. Este escenario representará un campo de batalla tecnológico en donde Wayve competirá no solo por cuota de mercado, sino en demostrar la eficacia de su sistema frente a entornos urbanos complejos como los que ofrece Londres.
El próximo evento «Generative AI Summit» en Londres ofrecerá una plataforma para discutir los avances de Wayve en la conducción autónoma, la ausencia de mapas de alta definición y las implicaciones éticas de la inteligencia artificial en la toma de decisiones. La empresa espera que su sistema AV2.0, inspirado en la intuición humana, establezca un nuevo estándar en la evolución de los vehículos autónomos.