En las últimas décadas, hemos sido testigos de cómo diversas tecnologías han evolucionado de simples promesas a herramientas fundamentales. Desde la llegada de las computadoras en los años 80 hasta la popularización del Wi-Fi, cada avance ha transformado nuestra manera de trabajar y comunicarnos. Ahora, la atención se centra en la inteligencia artificial (IA), que ha dejado de ser un concepto abstracto para convertirse en una herramienta esencial en el ámbito empresarial.
A principios de 2014, cuando cofundé Mist Systems, la IA era vista por la mayoría de nuestros clientes y muchos inversores como una curiosidad más que una opción segura. Sin embargo, en la actualidad, esta percepción ha cambiado radicalmente. La inteligencia artificial ha evolucionado de un proyecto de investigación a un componente esencial en redes y otros sectores.
Hoy en día, al preguntar a los clientes sobre su experiencia con la IA, la mayoría ha pasado de la curiosidad a la adopción activa. Aunque aún persisten dudas sobre la diferencia entre la IA real y lo que se considera “matemáticas avanzadas”, hay un consenso claro: la integración de la IA en redes reduce significativamente el número de incidencias y mejora la satisfacción del usuario.
Ejemplos concretos ilustran este impacto positivo. En Dartmouth College, un problema de conexión en Zoom fue resuelto gracias a la analítica impulsada por IA, que identificó una interferencia externa, evitando una búsqueda prolongada. Asimismo, en la oficina de ServiceNow en India, la IA detectó un error en la configuración de una puerta de enlace VPN que afectaba el rendimiento de Zoom, algo que otras soluciones no habrían detectado.
La influencia de la IA va más allá de las redes, extendiéndose a varias industrias. En el sector salud, los médicos pueden dedicar más tiempo a los pacientes gracias a herramientas que simplifican la toma de notas. En educación superior, la IA ayuda a estudiantes a elegir cursos apropiados y actúa como asistente en clases grandes. En agricultura, facilita la identificación y tratamiento de malezas con un uso mínimo de pesticidas, mientras que en transporte, empresas como Waymo están haciendo realidad los vehículos autónomos.
La inteligencia artificial se ha consolidado como una herramienta esencial, dejando de ser un experimento para convertirse en una parte fundamental de nuestra vida cotidiana. En especial, en el ámbito de la conectividad y las redes, la IA promete seguir transformando diversas esferas de la sociedad, beneficiando tanto a empresas como a consumidores.