El legado de Ken Thompson y Dennis Ritchie transformó para siempre el desarrollo de sistemas operativos, y su influencia perdura en cada distribución de Linux actual.
En la década de 1970, cuando las computadoras eran colosos inaccesibles y los usuarios interactuaban con ellas mediante teletipos o terminales primitivas, dos nombres marcaron un antes y un después en la historia de la informática: Ken Thompson y Dennis Ritchie. Desde los laboratorios Bell, ambos sentaron las bases de un sistema operativo que, sin saberlo aún, se convertiría en la piedra angular de lo que décadas después conoceríamos como GNU/Linux.
El origen: de Multics a UNIX
La historia comienza con un fracaso. El proyecto Multics, que buscaba desarrollar un sistema operativo multitarea y multiusuario, no logró cuajar. Sin embargo, uno de sus desarrolladores, Ken Thompson, decidió tomar sus enseñanzas y reescribir una versión simplificada. Durante una semana en la que su esposa estaba de vacaciones, Thompson programó la primera versión de UNIX para la minicomputadora PDP-11.
La primera versión fue escrita enteramente en ensamblador, pero el verdadero salto llegó cuando Dennis Ritchie creó el lenguaje de programación C. Con él, UNIX comenzó a reescribirse parcialmente en C, permitiendo una portabilidad sin precedentes entre distintas arquitecturas. Esta decisión, revolucionaria para su tiempo, permitió que el código fuente pudiera compilarse en diferentes máquinas, reduciendo la dependencia del hardware.
Innovaciones que perduran
UNIX introdujo una serie de conceptos que hoy son pilares en cualquier sistema GNU/Linux:
- El usuario root (UID 0), con privilegios administrativos totales.
- La función
fork()
, que permitía la creación de procesos hijos y la multitarea efectiva. - El sistema de archivos jerárquico, donde todo partía del directorio raíz
/
y se organizaba de forma coherente y extensible. - La filosofía “todo es un archivo”, desde dispositivos hasta sockets.
- Los pipes y redirecciones, permitiendo conectar la salida de un comando con la entrada de otro, base de los flujos de datos en shell.
Estas innovaciones, combinadas con una filosofía minimalista y modular, se convirtieron en el núcleo conceptual que inspiraría a los desarrolladores del proyecto GNU (liderado por Richard Stallman) y posteriormente a Linus Torvalds, quien creó el kernel Linux en 1991.
De UNIX a GNU/Linux
Si bien UNIX como sistema operativo original ha dado paso a múltiples variantes comerciales (como AIX, HP-UX o Solaris), su legado técnico y filosófico pervive en GNU/Linux. De hecho, el kernel Linux fue desarrollado para ser compatible con las herramientas del proyecto GNU, y juntas forman lo que hoy conocemos como GNU/Linux.
Las shells modernas, los sistemas de gestión de procesos, la estructura de directorios estándar y muchos comandos básicos (ls
, grep
, cat
, chmod
) son herencia directa del universo UNIX. Incluso términos como tty (teletipo) aún aparecen al enumerar dispositivos de consola en Linux, recordando los orígenes físicos de la interacción con el sistema.
Una herencia viva
En un mundo dominado por sistemas distribuidos, contenedores y nubes, el diseño simple y robusto de UNIX sigue siendo un modelo de referencia. Desde los scripts más básicos hasta la configuración de servidores críticos, los principios de UNIX siguen vivos.
Ken Thompson y Dennis Ritchie no solo crearon un sistema operativo. Forjaron una forma de pensar el software. Y esa mentalidad, basada en la eficiencia, la portabilidad y la simplicidad, es la que hizo posible el nacimiento y la expansión de GNU/Linux, que hoy impulsa desde servidores y supercomputadoras hasta móviles y dispositivos embebidos.