Hace exactamente 43 años, un objeto plateado de apenas 12 centímetros de diámetro iniciaba una revolución tecnológica y cultural sin precedentes. El 17 de agosto de 1982, en la planta de Polygram en Langenhagen (Alemania), se prensaron las primeras copias comerciales de The Visitors, el último álbum de ABBA. Era el nacimiento del Compact Disc (CD), un formato que no solo transformó la manera de escuchar música, sino que también redefinió la industria del software, los videojuegos y el almacenamiento de datos.
Durante dos décadas, el CD fue el rey absoluto del entretenimiento y la informática personal. Alcanzó su punto álgido en el año 2000, cuando se distribuyeron cerca de 1.000 millones de unidades al año en todo el mundo, una cifra que parecía insuperable. Sin embargo, el vertiginoso avance del MP3, la piratería digital y, más tarde, el streaming, precipitaron su caída.

Hoy, pese a que muchos lo dan por obsoleto, el CD vive un renacimiento inesperado de la mano de coleccionistas, melómanos exigentes y artistas que lo incluyen en ediciones especiales. Su historia es la de una tecnología que marcó a toda una generación y cuya huella aún se mantiene viva.
El nacimiento de una alianza: Sony y Philips
El origen del CD se remonta a 1979, cuando Philips y Sony unieron fuerzas para crear un soporte óptico digital que superara al vinilo y al casete. Philips ya había experimentado con el LaserDisc, un formato de vídeo de gran tamaño (30 cm de diámetro), pero demasiado voluminoso para el mercado musical. Sony, por su parte, trabajaba en sistemas digitales de audio.
De esta colaboración surgió un estándar que fijó las especificaciones del futuro formato:
- Tamaño del disco: 120 mm de diámetro.
- Duración máxima: 74 minutos de música.
- Resolución de audio: 16 bits por muestra.
- Frecuencia de muestreo: 44,1 kHz.
El famoso límite de 74 minutos se adoptó, según la versión más extendida, porque Norio Ohga, presidente de Sony y melómano empedernido, quería que cupiera la Novena Sinfonía de Beethoven completa. Otras fuentes mencionan la influencia del director Herbert von Karajan o de la grabación histórica de Wilhelm Furtwängler en 1951, que duraba exactamente 74 minutos.
En 1980 se publicó el Red Book, primer documento oficial que definió el Compact Disc Digital Audio (CD-DA).
Primeras ediciones: de ABBA a Billy Joel
El primer disco prensado en fábrica fue The Visitors, de ABBA, el 17 de agosto de 1982. Sin embargo, el primer álbum lanzado al mercado en formato CD fue 52nd Street de Billy Joel, en octubre de ese mismo año en Japón.
En marzo de 1983, el formato llegó a Europa y Estados Unidos. Los primeros reproductores costaban más de 1.000 dólares, un precio que lo reservaba a los bolsillos más pudientes. Pero en pocos años, la producción masiva redujo costes y el CD se volvió accesible para millones de hogares.

En 1985, Dire Straits marcó un hito con Brothers in Arms, primer álbum en vender más de un millón de copias en CD. Poco después, los Beatles reeditaron toda su discografía en este nuevo formato, consolidando su hegemonía.
Auge imparable: el dominio del disco plateado
El CD no tardó en imponerse. A finales de los años 80 ya había superado en ventas a los vinilos en varios países. A mediados de los 90, desplazó también al casete, hasta convertirse en el formato dominante a nivel global.
Su punto culminante llegó en el año 2000, con 943 millones de discos vendidos solo en Estados Unidos, lo que representaba más del 90 % del mercado musical. En Europa y Japón las cifras eran similares.
El CD se convirtió no solo en un medio de música, sino en un símbolo de la modernidad tecnológica: el sonido digital, perfecto y sin desgaste, frente al crujido del vinilo o el siseo del casete.
Cómo funciona un CD: la magia del láser
El secreto del CD está en su lectura óptica mediante un láser. Cada disco se compone de varias capas:
- Policarbonato: base transparente donde se moldean diminutas hendiduras llamadas pits.
- Capa metálica reflectante: generalmente de aluminio.
- Laca protectora: evita daños en la capa metálica.
- Etiqueta: zona visible con información e imagen.
Los datos se organizan en una espiral continua de pits y lands (hoyos y superficies planas). Esta espiral empieza cerca del centro del disco y se extiende hacia el borde exterior.

El lector emite un láser infrarrojo de 780 nanómetros, que incide sobre la superficie. Cuando el haz pasa de un pit a un land (o viceversa), la luz reflejada cambia de fase. El fotodiodo del lector convierte esas variaciones en señales digitales: ceros y unos.
Cada segundo de música se traduce en 44.100 muestras por canal (estéreo), con 16 bits por muestra, lo que da un flujo de datos de 1,411 Mbps.
El sistema de corrección de errores CIRC (Cross-Interleaved Reed-Solomon Code) garantiza que arañazos o motas de polvo no afecten al sonido, interpolando los datos ausentes cuando es necesario.
Los estándares de colores: los “Rainbow Books”
El éxito del CD motivó la creación de variantes para diferentes usos, recogidas en los llamados Rainbow Books:
- Red Book (1980): CD de audio (CD-DA).
- Yellow Book (1983): CD-ROM, almacenamiento de datos.
- Green Book (1986): CD-i, interactivo y multimedia.
- Orange Book (1990): CD-R y CD-RW, grabables y regrabables.
- White Book (1993): Video CD (VCD).
- Blue Book (1995): Enhanced CD, mezcla de audio y datos.
- Scarlet Book (1999): Super Audio CD (SACD).
Estos estándares extendieron el alcance del formato a videojuegos (PlayStation usó CD-ROM), software (Windows, Office, Encarta), enciclopedias multimedia y hasta películas en formato VCD en Asia.

La era del CD grabable: CD-R y CD-RW
En los años 90 llegaron los CD-R (grabables), que permitían a los usuarios grabar música o datos en casa. Funcionaban gracias a un tinte orgánico fotosensible que el láser “quemaba” para simular los pits de un CD prensado.
Más tarde aparecieron los CD-RW (regrabables), que utilizaban una aleación metálica capaz de cambiar de estado entre amorfo y cristalino con el calor del láser, permitiendo borrar y regrabar hasta 1.000 veces.
Estos avances democratizaron la grabación de música casera, pero también facilitaron la piratería digital en la era del MP3.
El declive: MP3, Internet y streaming
A principios de los 2000, el CD comenzó su declive. La popularización del MP3 y las redes P2P como Napster redujeron las ventas de discos físicos.
Pese a intentos de revitalizarlo con formatos como el SACD o el DVD-Audio, el CD no pudo competir con la comodidad de llevar miles de canciones en un reproductor digital.
En 2018, las ventas en EE. UU. se redujeron a apenas 52 millones de unidades, una mínima fracción de lo que fueron.
El renacer inesperado del CD
Pese a todo, desde 2021 el CD ha experimentado un repunte. En Estados Unidos, las ventas crecieron por primera vez en 17 años. Artistas como Taylor Swift, Adele o BTS lanzan múltiples ediciones en CD para fans coleccionistas.
En Francia, en 2023, se vendieron 10,5 millones de CDs, frente a 5,4 millones de vinilos. Japón sigue siendo el bastión del formato: allí aún representa una parte sustancial de los ingresos de la industria musical.
El atractivo está en la tangibilidad, la colección y la fidelidad sonora. Para muchos jóvenes, tener un CD es un acto de identidad frente a la volatilidad de lo digital.
Legado y futuro
El CD fue la puerta de entrada a la música digital y al almacenamiento óptico. Su tecnología sirvió de base para el DVD y el Blu-ray.
Aunque nunca volverá a su auge masivo, seguirá siendo un formato de culto para coleccionistas y melómanos. Además, su durabilidad lo convierte en una opción válida para preservar archivos y grabaciones familiares.
Más que un simple soporte, el CD es un icono cultural: un objeto que simbolizó el salto del mundo analógico al digital.
Línea de tiempo: hitos del CD
- 1979 – Sony y Philips inician el desarrollo del CD.
- 1980 – Se publica el Red Book, estándar del CD-DA.
- 17 agosto 1982 – Primer CD prensado: The Visitors, de ABBA.
- 1983 – Lanzamiento en Japón y EE. UU. con 52nd Street de Billy Joel.
- 1985 – Brothers in Arms de Dire Straits supera el millón de ventas en CD.
- 1990 – Nace el CD-R.
- 2000 – Cénit del formato: 943 millones de discos vendidos en EE. UU.
- 2018 – Ventas en mínimos históricos: 52 millones en EE. UU.
- 2021 – Primer repunte en casi dos décadas.
- 2023 – Francia vende 10,5 millones de CDs, superando al vinilo.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Cómo funciona la lectura láser de un CD?
El lector emite un láser infrarrojo de 780 nm que incide sobre la superficie. Los cambios de fase en la reflexión entre pits y lands generan los datos binarios que se traducen en audio o información digital.
2. ¿Qué diferencia hay entre un CD prensado y un CD-R?
El CD prensado se fabrica en una planta mediante estampado de pits en policarbonato. El CD-R usa un tinte fotosensible que el láser graba, simulando los pits originales.
3. ¿Cuál es la capacidad máxima de un CD?
El estándar es de 650 a 700 MB (74 a 80 minutos de audio). Existen discos de hasta 870 MB (99 minutos), aunque no todos los reproductores los reconocen.
4. ¿Por qué el CD sigue siendo valorado hoy?
Por su durabilidad, fidelidad sonora sin pérdida, y por el componente emocional de poseer un objeto físico en una era dominada por lo intangible.