Un estudio de Microsoft revela cómo la IA generativa se está integrando en las tareas cotidianas de muchas profesiones
La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa futurista. Hoy en día, herramientas como ChatGPT, Copilot o Gemini están empezando a formar parte de nuestro día a día, también en el mundo laboral. Pero, ¿qué profesiones están siendo más transformadas por esta tecnología? ¿Y cuáles siguen siendo terreno exclusivo de los humanos?
Un estudio reciente de Microsoft ofrece respuestas muy concretas. A partir del análisis de más de 200.000 conversaciones anónimas entre personas usuarias y su asistente Bing Copilot durante 2024, el equipo de investigación ha cruzado esa información con las tareas profesionales del sistema O*NET, una base de datos oficial del gobierno estadounidense sobre empleos.
La conclusión: ya hay trabajos cuyas tareas principales están siendo parcialmente realizadas por la IA, y otros que, de momento, siguen requiriendo el “toque humano”.
Profesiones que más pueden verse impactadas por la IA
Los trabajos más expuestos a la automatización son aquellos relacionados con el manejo de información, la redacción de textos o la atención al público. No se trata de robots en fábricas, sino de sistemas que ayudan a redactar, traducir, resumir o responder dudas.
Entre las profesiones más afectadas destacan:
- Intérpretes y traductores
- Historiadores
- Escritores, periodistas y redactores técnicos
- Agentes de atención al cliente y ventas
- Locutores y operadores telefónicos
- Programadores CNC y empleados de oficina
En todos estos casos, los investigadores han observado que muchas de las tareas diarias —como redactar correos, explicar conceptos o buscar información— ya están siendo realizadas de forma efectiva por la IA.
Profesiones menos afectadas: lo físico y lo humano
Por otro lado, hay profesiones que, al menos por ahora, están muy lejos del alcance de la IA generativa. Son aquellas que requieren habilidades manuales, contacto directo con personas o trabajo físico especializado.
Entre las ocupaciones menos impactadas encontramos:
- Auxiliares de enfermería y personal sanitario
- Técnicos en laboratorios clínicos
- Embalsamadores y operarios de plantas industriales
- Mecánicos, instaladores y operarios de maquinaria
- Camareros, limpiadores y trabajadores de la construcción
Estos trabajos implican movimiento, coordinación, sensibilidad humana o conocimiento del entorno físico, cualidades que los sistemas actuales de IA aún no pueden replicar.
¿La IA viene a quitarnos el trabajo?
La respuesta no es tan simple. El estudio aclara que un alto “índice de aplicabilidad de IA” no significa que una profesión vaya a desaparecer, sino que muchas de sus tareas ya pueden ser asistidas por tecnología. De hecho, en muchos casos, la IA no sustituye, sino que apoya al profesional, liberándolo de tareas repetitivas o administrativas.
Por ejemplo, una periodista puede utilizar la IA para transcribir una entrevista o proponer titulares, pero sigue siendo ella quien decide qué contar y cómo contarlo. Un profesor puede pedir ayuda para crear fichas didácticas, pero la relación con su alumnado sigue siendo insustituible.
¿Y qué podemos hacer ante estos cambios?
El principal mensaje del estudio es que el mundo del trabajo está cambiando, y que necesitamos prepararnos para convivir con la IA. Esto no significa tener que convertirse en programador, sino entender cómo usar estas herramientas de forma crítica y ética.
Para el ámbito educativo, es una llamada de atención: debemos formar a los más jóvenes no solo en el uso técnico de estas tecnologías, sino también en habilidades humanas como el pensamiento crítico, la empatía, la creatividad o el trabajo en equipo. Son precisamente esas capacidades las que la IA no puede replicar.
Además, es clave fomentar la formación continua. Muchas de las profesiones del futuro —como analistas de datos, diseñadores de experiencias digitales o expertos en ética tecnológica— aún se están definiendo.
Un cambio que ya ha comenzado
En definitiva, este estudio de Microsoft no habla de un futuro lejano, sino de un presente que ya está en marcha. Las profesiones están cambiando, pero también lo están haciendo las formas de aprender, enseñar y convivir con la tecnología.
Y aunque el avance de la IA plantea desafíos, también ofrece oportunidades para imaginar un trabajo más centrado en lo que nos hace humanos: pensar, crear, cuidar, acompañar.
Fuente: Noticias inteligencia artificial