La histórica designación llega en plena batalla judicial por los derechos de autor y reafirma el papel del archivo digital como guardián de la memoria pública y gubernamental en la era digital.
El Internet Archive, conocido por su labor de preservación digital y por ser el hogar de la Wayback Machine, ha sido designado oficialmente como biblioteca depositaria federal por el Gobierno de Estados Unidos. La decisión, comunicada a través de una carta del senador Alex Padilla al responsable de publicaciones oficiales Scott Matheson, marca un reconocimiento formal de su labor como archivo vivo de información pública en un mundo crecientemente digital.
“Su enfoque digital lo convierte en el candidato ideal para ampliar el acceso a las publicaciones del gobierno federal”, expresó Padilla. “El Internet Archive ha eliminado innumerables barreras para acceder al conocimiento”.
Con esta designación, la organización con sede en San Francisco se une a una red de más de 1.100 bibliotecas depositarias que almacenan y garantizan el acceso a documentos oficiales como informes medioambientales, registros del Congreso, estudios de salud pública, mapas y periódicos.
La biblioteca del siglo XXI
Fundado por el bibliotecario digital Brewster Kahle, el Internet Archive ha escaneado millones de libros y documentos en colaboración con bibliotecas públicas y universidades, facilitando el acceso gratuito al conocimiento. Con esta nueva categoría legal, se le reconoce no solo como custodio digital sino como parte esencial del sistema institucional de bibliotecas federales.
“La emoción es palpable: una organización que combina lo físico y lo digital puede ahora integrarse de forma directa en el ecosistema informativo del gobierno”, dijo Kahle, quien enfatizó que el objetivo sigue siendo el mismo: acercar el conocimiento público a cualquier persona con conexión a Internet.
El programa de Bibliotecas Depositarias Federales fue establecido por el Congreso en 1813 para asegurar el acceso de la ciudadanía a la información pública. En un contexto donde los documentos físicos pueden ocupar pisos enteros en las bibliotecas, la experiencia del Internet Archive en digitalización y preservación cobra un valor incalculable.
Una victoria en medio de una guerra legal
Sin embargo, esta buena noticia llega en un momento complicado para la institución. El Internet Archive ha sido blanco de múltiples demandas por parte de editoriales y sellos discográficos. En 2023, un tribunal federal dictó sentencia en su contra por su política de préstamo digital de libros escaneados, obligando al Archive a eliminar más de 500.000 títulos. Otra demanda, impulsada por grandes discográficas, podría costarle más de 700 millones de dólares por el proyecto de digitalización de discos de 78 RPM, conocido como “The Great 78 Project”.
La designación como biblioteca depositaria federal no resuelve directamente estas disputas, pero refuerza su papel como institución pública al servicio del acceso abierto al conocimiento. Documentos como informes del gobierno, por su naturaleza, están exentos de derechos de autor y pueden ser digitalizados y difundidos sin restricciones.
Hacia una democracia informada
En 2022, el Archive lanzó “Democracy’s Library”, una biblioteca digital gratuita centrada en documentos gubernamentales. La incorporación al programa federal se alinea perfectamente con esta iniciativa, fortaleciendo su misión de asegurar que el conocimiento público esté disponible de forma permanente y accesible.
Para octubre de 2025, el Internet Archive alcanzará un hito histórico: mil millones de páginas archivadas en su Wayback Machine. “Ese número no solo refleja lo que las bibliotecas pueden hacer, sino también el esfuerzo colectivo de ciudadanos y gobiernos por educar y compartir”, afirmó Kahle.
En una era donde la información es más frágil que nunca, la designación del Internet Archive como biblioteca federal es mucho más que un sello institucional. Es un mensaje claro: la preservación del conocimiento público no es opcional, es esencial para el futuro democrático.
“No se puede construir una ciudadanía informada sin acceso libre al pasado. Y en la era digital, ese pasado vive en la nube.”
Referencias blog.archive.org y kqed