El auge de internet, la inteligencia artificial y los avatares plantea el reto de compatibilizar tecnología y comunicación interpersonal. El plan PLAPECOM propone una estrategia para preservar la voz, la imagen y el lenguaje no verbal en la era digital.
En un mundo hiperconectado, donde más de 5.500 millones de personas utilizan internet, los canales digitales dominan gran parte de la comunicación diaria. Sin embargo, expertos en comunicación social advierten del riesgo creciente de «caer en las redes» de la incomunicación, al sustituir las relaciones personales por interacciones digitales despersonalizadas.
Según un especialista en comunicación interpersonal, es urgente recuperar el valor del diálogo directo, cara a cara, para evitar el aislamiento emocional y la pérdida de habilidades comunicativas esenciales. “La conversación oral, el contacto visual, la voz y el lenguaje corporal son herramientas fundamentales para transmitir emociones, ideas y conocimientos. Si dejamos de cultivarlas, perderemos una parte esencial de nuestra humanidad”, subraya.
¿Cómo compatibilizar lo digital con lo humano?
El especialista propone una estrategia concreta y sencilla: el PLAPECOM (Plan de Acción Personal de Comunicación). Esta iniciativa busca fomentar un uso saludable y consciente de la tecnología, sin dejar de lado el desarrollo de habilidades clave en la comunicación presencial.
El plan pone el foco especialmente en los jóvenes, quienes deben educarse desde edades tempranas en el uso adecuado de la palabra, la presentación oral y la capacidad de persuasión a través de la voz y los gestos. El objetivo es equilibrar la interacción digital con el contacto humano real.
Las tres claves del plan PLAPECOM
1. La voz:
La voz humana es una poderosa herramienta de conexión. Aprender a modularla, utilizar distintos tonos y evitar la monotonía mejora la capacidad de persuasión y credibilidad. Tanto en una reunión profesional como en una conversación cotidiana, la voz transmite más que las palabras: comunica emociones, seguridad y cercanía.
2. La imagen:
No se trata solo del aspecto físico, sino de la forma en que nos movemos, miramos o proyectamos nuestra personalidad. Ser conscientes de la imagen que ofrecemos al mundo permite modelar nuestra presencia en función del contexto. Esto es clave en entrevistas, reuniones de trabajo o presentaciones públicas.
3. El lenguaje no verbal:
Gestos, posturas, expresiones faciales y movimientos son elementos que acompañan al discurso y refuerzan (o debilitan) nuestro mensaje. El dominio del espacio, los silencios estratégicos, la gestualidad controlada y coherente permiten lograr una comunicación más efectiva y memorable.
¿Qué papel deben tener las redes sociales?
Lejos de demonizarlas, el experto propone un uso saludable y estratégico de las redes sociales. Estas plataformas pueden aportar valor —como herramientas educativas, canales de divulgación o conexión profesional— siempre que se gestionen con criterio.
Recomendaciones para un uso consciente de las redes sociales:
- No convertirlas en una adicción ni depender emocionalmente de ellas.
- Establecer tiempos de uso concretos y respetarlos.
- No creer que todo el saber está en las redes: consultar otras fuentes es esencial.
- Evitar el aislamiento social por pasar demasiadas horas en chats irrelevantes.
- Seleccionar las redes que aportan valor personal o profesional.
- Dejar de seguir cuentas que generan emociones negativas.
- Aprovechar su potencial para estudiar, trabajar o cultivar relaciones positivas.
Conclusión
Las redes sociales y las tecnologías digitales son una realidad con múltiples ventajas, pero no deben sustituir la comunicación humana directa, que sigue siendo insustituible para el desarrollo emocional, social y profesional. Iniciativas como el PLAPECOM invitan a reflexionar y actuar para recuperar el arte de la conversación y construir relaciones más profundas y auténticas en la era digital.
Porque no todo se comunica con emoticonos ni se resuelve con mensajes instantáneos. A veces, una conversación cara a cara sigue siendo el mejor canal para entenderse.
fuente: Diario de Castilla-La Mancha
