Philip, un reconocido ingeniero senior de relaciones de inteligencia artificial en Google DeepMind, compartió sus experiencias y perspectivas en un reciente evento dedicado al avance de la inteligencia artificial. Durante su discurso, destacó un momento crucial en el desarrollo de la IA: la transición de simples chatbots a agentes autónomos capaces de tomar decisiones y actuar independientemente.

Inicialmente, los modelos de lenguaje, conocidos como LLMs, se limitaban a ser herramientas de autocompletado, capaces de predecir palabras y frases basándose en un texto inicial. Sin embargo, un cambio importante ocurrió cuando los desarrolladores comenzaron a ver más allá de estas funciones básicas, transformándolos en sistemas capaces de seguir instrucciones detalladas, lo cual incrementó su utilidad en aplicaciones prácticas. Esta evolución condujo a la creación de interfaces conversacionales como ChatGPT, que mejoran significativamente la interacción entre humanos y máquinas.

Un avance clave en este campo ha sido la introducción de la función de llamada a acciones. Con esta capacidad, los modelos ya no se limitan a mantener conversaciones simples, sino que ahora pueden recibir tareas específicas y ejecutarlas de manera autónoma. Esto permite que la inteligencia artificial actúe sin requerir una intervención humana continua, marcando un nuevo capítulo en su desarrollo.

Durante su presentación, Philip mencionó varios hitos importantes que han empujado a la IA hacia esta autonomía. Proyectos como WebGPT de OpenAI, que aprendió observando la navegación web humana, y Toolformer de Meta, que enseñó a los modelos a buscar ayuda externa cuando fuera necesario, han sido fundamentales en este proceso. Gracias a estas innovaciones, las herramientas de inteligencia artificial están ahora equipadas para interactuar eficazmente con otros servicios y realizar acciones de manera casi independiente.

Con la evolución continua de la inteligencia artificial, se abre un sinfín de posibilidades para desarrollar aplicaciones más sofisticadas que podrían revolucionar diversas industrias, mejorando la experiencia del usuario final en la interacción tecnológica. Esta nueva era de la IA promete no solo mejorar la eficiencia, sino también permitir una integración más profunda en aspectos cotidianos de la vida humana.