La Generación Z revoluciona el mercado laboral: puntualidad, productividad y salud mental en el centro del debate

La incorporación masiva de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) al mercado laboral está generando una transformación sin precedentes en las normas y dinámicas del entorno profesional. Los trabajadores más jóvenes están desafiando conceptos tradicionales sobre puntualidad, productividad y equilibrio entre vida personal y laboral, creando tensiones intergeneracionales que obligan a empresas y líderes empresariales a replantear sus estrategias de gestión del talento.

El nuevo concepto de puntualidad: diez minutos tarde es llegar a tiempo

Una de las polémicas más destacadas se centra en la percepción de la puntualidad. Según un estudio de Meeting Canary realizado a más de 1.000 adultos británicos, el 46% de los trabajadores de la Generación Z (de 16 a 26 años) considera aceptable llegar entre cinco y diez minutos tarde al trabajo, llegando incluso a considerar esto como sinónimo de puntualidad.

Esta visión contrasta radicalmente con la de generaciones anteriores. La tolerancia hacia la impuntualidad disminuye significativamente con la edad: mientras que aproximadamente el 40% de los millennials perdonan un retraso de diez minutos, esto se reduce al 26% para la Generación X y solo al 20% para los baby boomers. Más preocupante para los jóvenes trabajadores es que el 70% de los baby boomers encuestados tienen tolerancia cero ante cualquier nivel de tardanza, siguiendo la máxima de que «si llegas después de la hora acordada, entonces llegas tarde».

Orígenes del fenómeno: la huella de la pandemia

Esta «flexibilidad» horaria tiene su origen en los cinco o diez minutos de cortesía que habitualmente se otorgaban durante las reuniones remotas en pandemia. Los miembros de la Generación Z ingresaron al mercado laboral desde la comodidad de sus hogares durante la pandemia, donde era una cortesía común esperar más tiempo para que las personas se conectaran a una reunión en caso de que estuvieran teniendo problemas técnicos.

El teletrabajo ha conseguido desdibujar aún más las líneas entre lo que es una falta de respeto y lo que no, haciendo aún más visible la brecha generacional. Como explica Laura van Beers, fundadora de Meeting Canary: «Mientras que trabajar desde casa ha difuminado las líneas de lo que es una buena etiqueta en las reuniones para las generaciones más jóvenes, los trabajadores de oficina mayores siguen teniendo una visión más establecida y tradicional».

Crisis en el cumplimiento de plazos y gestión del tiempo

El problema de la puntualidad se extiende más allá de las reuniones hacia el cumplimiento de responsabilidades laborales. Los datos son contundentes: los miembros de la Generación Z incumplen cerca de cuatro veces más fechas límite por semana que los Baby Boomers, alcanzando una de cada cuatro en comparación con una de cada diez entre los trabajadores más veteranos.

En promedio, los trabajadores de la Generación Z pierden casi una cuarta parte de sus plazos cada semana, en comparación con el 6% de los baby boomers y el 10% de la Generación X. Paralelamente, un análisis adicional muestra que los Zoomers destinan alrededor de seis veces más horas semanales a tareas innecesarias, acumulando casi 4 horas y media en contraste con los 45 minutos que dedican los Boomers.

Factores subyacentes en la gestión del tiempo

La investigación sugiere que estos patrones no reflejan necesariamente falta de compromiso, sino dificultades en la priorización. Como señala Nick South, director ejecutivo de Boston Consulting Group: «Cuando todos comenzamos nuestras carreras, nos tomó bastante tiempo aprender y desperdiciamos tiempo siendo ineficaces. Con el tiempo, aprendimos cuándo enfocarnos y dónde tomar atajos».

South destaca que la integración efectiva de nuevos empleados en el entorno laboral es fundamentalmente distinta a la de hace una década, y que se requiere un estilo de liderazgo centrado en objetivos claros, mentoría y retroalimentación para poder formar a esta nueva generación de trabajadores.

La crisis de salud mental: un factor determinante

Uno de los aspectos más críticos que influye en el rendimiento laboral de la Generación Z es su estado de salud mental. Según el informe «Mind the Workplace 2024» de Mental Health America, el 71% de empleados de la Generación Z y 59% de Millennials registran puntajes de salud laboral poco saludables, en comparación con 52% de empleados de la Generación X y 42% de Baby Boomers.

Cifras alarmantes de estrés y agotamiento

Los niveles de estrés siguen siendo altos para el 40% de la Generación Z y el 35% de los millennials, con factores como preocupaciones financieras, bienestar familiar, largas jornadas laborales y falta de reconocimiento como principales causantes.

En América Latina, la situación es particularmente preocupante: la generación Z manifiesta «agotamiento» (51,9%) por encima de otras emociones negativas como sobrecarga de trabajo (47,5%), ganas de renunciar (45,6%) y falta de reconocimiento (44,3%).

Un artículo de 2024 reveló que más del 80% de los empleados de primera línea de la generación Z experimentan agotamiento y estrés laboral, además casi la mitad afirmó sufrir de burnout en el trabajo.

Contexto socioeconómico desafiante

Las condiciones económicas actuales son drásticamente diferentes y, en muchos casos, más desafiantes para los Zoomers y una gran parte de los Millennials, en comparación con las experiencias vividas por los Baby Boomers o la Generación X.

Los factores contextuales incluyen el impacto de haber cursado estudios universitarios durante la pandemia, enfrentarse a una economía debilitada, altos costos de vivienda y alquileres, así como mayores niveles de problemas de salud mental. El 30% de los centennials no espera tener un contrato indefinido antes de los 30 años, y han tenido que pasar por hasta tres prácticas antes de firmar un contrato, el doble que la Generación X y los baby boomers.

Ausentismo laboral: números en aumento

La consultora británica GoodShape documentó un aumento preocupante en el ausentismo laboral entre los jóvenes. Los días perdidos por empleado aumentaron de forma más acelerada entre jóvenes de 21 a 25 años en Gran Bretaña que para el resto de la población entre 2019 y 2022.

Según ADP, la Generación Z fue la más afectada por la pérdida de empleos, perdiendo el 11% de sus trabajos, por encima del promedio nacional. Esta situación se agrava considerando que para los más jóvenes de la Generación Z, quienes recién están terminando su educación, se han confrontado con cancelaciones de clases y exámenes, graduaciones demoradas, pasantías interrumpidas y un cambio del día a la noche a una educación online.

Nuevas prioridades laborales: la «ambición silenciosa»

La Generación Z está redefiniendo el concepto tradicional de éxito profesional a través de lo que se conoce como «quiet ambition» o ambición silenciosa. Esta filosofía se centra en priorizar la salud mental, el tiempo libre y el bienestar personal por encima de la ambición laboral, los puestos de poder y las largas jornadas de trabajo.

Equilibrio vida-trabajo como prioridad

Una encuesta de McKinsey reveló que el 75% de los trabajadores de la Generación Z priorizan un buen equilibrio entre su vida laboral y personal, frente al 70% de los Millennials. En ese contexto de búsqueda de equilibrio entre mejorar sus habilidades y su bienestar mental, el 81% de los jóvenes encuestados considera que trabajar cuatro días a la semana aumentaría su productividad y su calidad de vida.

Según el informe Workmonitor 2024 de Randstad, el 51% de los empleados encuestados está dispuesto a permanecer en un puesto que les motive, mientras que el 60% manifiesta que la vida privada es más importante que la vida laboral.

Formación sobre promociones

El informe «Unlocking Organizational Success Report 2024» de la consultora Intoo revela que el 84% de los empleados de la generación Z valora la formación y el desarrollo de sus habilidades por encima de un ascenso, y 8 de cada 10 asegura sentirse más motivados y comprometidos con la empresa por ese crecimiento de sus habilidades que por las promociones.

Desafíos de comunicación y adaptación

Brechas intergeneracionales

Un estudio de Harris Poll elaborado para Fortune ponía de manifiesto los problemas de estos jóvenes para comunicarse con sus compañeros de otras generaciones. El 65% de los trabajadores de la generación Z admitieron no saber de qué hablar con sus compañeros de trabajo, hasta el punto de poner en riesgo sus opciones de ascenso laboral.

En comparación con otras generaciones, el 63% de los empleados de la Generación Z reportaron no sentirse seguros al expresar sus opiniones, y el 60% no estuvo de acuerdo en ser ellos mismos en el trabajo.

«Vergüenza tecnológica» paradójica

Sorprendentemente, el 20% de los jóvenes se sentían juzgados por no saber usar los dispositivos electrónicos de la oficina, mientras que solo el 4% de empleados de otras generaciones aseguraban enfrentarse a estos problemas.

El fenómeno, conocido como «vergüenza tecnológica», se explica por el cambio de hábitos tecnológicos. Los jóvenes no han estado tan vinculados al uso papel como las generaciones anteriores, y eso ha hecho que no hayan necesitado usar escáneres o impresoras, dado que su formación se ha basado en un modelo más digital.

Rotación laboral y expectativas

Intención de cambio de empleo

CNBC publicó un artículo citando un informe de LinkedIn y CensusWide de diciembre de 2022 que indicaba que el 72% de los trabajadores estadounidenses encuestados pertenecientes a la generación Z tenían intención de cambiar un trabajo en los 12 meses siguientes.

En los resultados de encuestas de Great Place to Work, la Generación Z mostró las calificaciones más bajas para sus empleadores que cualquier otra generación y mayor propensión a tener la intención de irse: 32% más de probabilidades de irse que los millennials, 2 veces más probabilidades que la generación X, y 2,8 veces más probabilidades que los boomers.

Factores motivacionales

Para la generación Z son dos los factores que más influyen al momento de cambiarse o de buscar un nuevo trabajo: el salario al que accederán (61,6%) y la posibilidad de crecer y desarrollarse profesionalmente (61,6%). Otro elemento al que le asignan gran peso son los beneficios laborales que les ofrecen (52,3%).

Mientras que el salario sigue a la cabeza para la mayoría de los empleados, la posibilidad de conciliar la vida personal y familiar gana terreno a medida que nos acercamos a las generaciones más jóvenes.

Flexibilidad y modelos de trabajo

Preferencias por el trabajo híbrido

Según los datos obtenidos en el estudio Randstad Workmonitor 2024, para 2 de cada 5 encuestados el teletrabajo no es negociable. Y para el 41% de ellos, la flexibilidad horaria es algo muy a tener en cuenta a la hora de aceptar un trabajo o incluso dimitir.

Si nos centramos en los datos aportados por los trabajadores que pertenecen a la Generación Z, estas cifras aumentan hasta el 46% en cuanto a la preferencia por el teletrabajo y hasta el 51%, por la flexibilidad horaria.

Semana laboral de cuatro días

Un estudio llevado a cabo por la consultora de datos Generation Lab y CNBC preguntó a 1.033 jóvenes de EEUU de entre 18 y 25 años si preferirían teletrabajar o volver al modelo presencial con modelos de jornada reducida. El 81% cree que asistir a la oficina y reducir los días de trabajo mejoraría la productividad.

Fortalezas y oportunidades

Mayor diversidad e inclusión

La generación Z se está convirtiendo en la más diversa hasta el momento, con el 47% de los empleados de la Generación Z identificándose como BIPOC (negro, indígena y personas de color).

La mayor parte de los encuestados de la Generación Z (86%) y los millennials (89%) dice que tener un sentido de propósito es importante para su satisfacción y bienestar laboral. Tres cuartas partes de ambas generaciones cree que el compromiso comunitario y el impacto social de una organización es un factor importante al considerar un posible empleo.

Enfoque en la formación continua

La Generación Z en el trabajo aboga por la formación y el desarrollo como una de sus principales prioridades. Casi tres cuartas partes de los encuestados valoran que la empresa ofrezca posibilidades de formación y desarrollo, destacando que la Generación Z y los Millennials alcanzaban cifras del 80% y el 79% respectivamente.

Respuesta de las empresas

Adaptación necesaria

Los líderes empresariales deben reevaluar sus procedimientos y adaptarse a las demandas de un entorno laboral dinámico y diverso, especialmente considerando las experiencias únicas de la juventud en los últimos cinco años.

Es fundamental que las empresas reconozcan y aborden la salud mental en el lugar de trabajo, implementando políticas y programas que promuevan el bienestar emocional y mental de sus empleados.

Programas de bienestar

Para la generación Z un tema clave en cuanto al bienestar dentro de la empresa en la que se desempeñan es el apoyo mental y emocional (69,1%). La Generación Z busca empresas que ofrezcan programas de apoyo emocional, como acceso a terapias, días libres para el cuidado personal, y políticas de desconexión digital.

Perspectivas futuras

Cambio demográfico inevitable

A pesar de su juventud, la Generación Z ya constituye aproximadamente el 20% de la fuerza laboral y pronto se espera que superen en número a los baby boomers en EEUU, lo que solo aumentará su influencia en el lugar de trabajo.

El distanciamiento de la Generación Z respecto de la cultura laboral tradicional no impidió que sus ingresos crezcan a un ritmo sin precedentes. Los trabajadores de 16 a 24 años vieron un aumento salarial del 13% anual, más del doble del incremento registrado al grupo de 25 a 54 años.

Una nueva normalidad

Si algo hemos aprendido de la pandemia, es que la normalidad ya no existe, al menos no como hace cinco años. A medida que la generación más diversa de la historia impone su influencia, la reacción instintiva de muchos líderes empresariales es entrar en pánico ante la presión de volver a cambiar la forma en que trabajamos.

Conclusión

La incorporación masiva de la Generación Z al mercado laboral representa un punto de inflexión en la historia del trabajo moderno. Sus demandas de flexibilidad, equilibrio vida-trabajo, apoyo a la salud mental y propósito organizacional no son caprichos generacionales, sino respuestas adaptativas a un contexto socioeconómico complejo y cambiante.

Las empresas que logren entender y adaptarse a estas nuevas realidades estarán mejor posicionadas para atraer y retener el talento joven. Aquellas que se aferren a modelos tradicionales rígidos enfrentarán crecientes dificultades para competir en un mercado laboral donde la Generación Z tendrá cada vez mayor poder de negociación.

El futuro del trabajo será moldeado por esta generación que, lejos de ser «perezosa» o «difícil», está redefiniendo conscientemente las prioridades profesionales para crear un entorno laboral más humano, sostenible y equitativo.


Preguntas Frecuentes

¿Por qué la Generación Z tiene una percepción diferente de la puntualidad comparada con otras generaciones?

La percepción más flexible de la puntualidad en la Generación Z se origina principalmente en su experiencia laboral durante la pandemia, cuando era común otorgar márgenes de cortesía en reuniones virtuales por problemas técnicos. El 46% de los trabajadores de esta generación considera aceptable llegar entre 5-10 minutos tarde, comparado con solo el 20% de los baby boomers. Esta diferencia también refleja un enfoque más centrado en el equilibrio vida-trabajo que en las normas tradicionales de puntualidad estricta.

¿Cuáles son las principales causas del mayor ausentismo y problemas de cumplimiento de plazos en la Generación Z?

Los factores principales incluyen altos niveles de estrés y problemas de salud mental (40% reporta estrés alto), dificultades de gestión del tiempo derivadas de su formación principalmente digital, y un contexto socioeconómico desafiante con precariedad laboral y altos costos de vivienda. Los trabajadores de la Generación Z incumplen 4 veces más plazos que los baby boomers y dedican 4,5 horas semanales más a tareas innecesarias, lo que sugiere problemas en la priorización más que falta de compromiso.

¿Cómo está impactando la salud mental de la Generación Z en su rendimiento laboral?

El impacto es significativo: el 71% de empleados de la Generación Z registra puntajes de salud laboral poco saludables, comparado con solo el 42% de baby boomers. Más del 80% experimenta agotamiento y estrés laboral, y el 63% no se siente seguro expresando opiniones en el trabajo. Esto se traduce en mayor ausentismo, menor productividad en ciertos aspectos, y una alta intención de cambio de empleo (72% planea cambiar de trabajo en 12 meses).

¿Qué significa la «ambición silenciosa» y cómo está cambiando las expectativas laborales?

La «ambición silenciosa» es una filosofía donde el 75% de la Generación Z prioriza el equilibrio vida-trabajo sobre el avance profesional tradicional. El 84% valora más la formación y desarrollo de habilidades que los ascensos, y el 81% cree que trabajar 4 días a la semana aumentaría su productividad. Esto representa un cambio fundamental: buscan propósito, flexibilidad y bienestar personal por encima de estatus o largos horarios, redefiniendo completamente el concepto de éxito profesional.

¿Qué estrategias deben implementar las empresas para adaptarse exitosamente a la Generación Z?

Las empresas necesitan ofrecer flexibilidad horaria y teletrabajo (46% lo considera no negociable), implementar programas robustos de salud mental y apoyo emocional (69,1% lo considera clave), proporcionar oportunidades de formación continua (80% lo valora), y crear entornos diversos e inclusivos con propósito social claro (86% lo considera importante). También deben adaptar sus estilos de liderazgo hacia mentoría y objetivos claros, y considerar modelos como la semana laboral de 4 días que esta generación demanda.

vía: Noticias de Educación

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