Si en internet el usuario tiene a su disposición la información del mundo, lo cierto es que la censura, en el medio libre por excelencia no es un hecho en tantos países. Y entre ellos, la gran potencia asiática, China, que se pierde entre una censura sin piedad para mantener al régimen, y en una ansia capitalista por parte de sus más productivas ciudades, es ejemplo de como no todos podemos acceder a todo. Los datos hablan por sí mismos y cuentan una dura realidad. Los chinos tienen en 2011 un 41% de páginas web que el año pasado.
Evidentemente Facebook, Twitter y Youtube siguen bloqueados, mientras empresas similares de ámbito nacional las intentan sustituir con una información más que sesgada. Por si fuese poco, lo que para un europeo sería motivo de desilusión el gobierno chino, con semejante cantidad de bloqueos, no solo no se siente desilusionado si no que se enorgullece, ya que atribuye al cierre de todos esos sitios de internet la acción del gobierno y de sus políticas. Claro que digo yo, que si lo hacen y se sienten orgullosos será porque a algo hay que temer. Que internet ya demostró que puede ser un gran monstruo democrático, y la democracia, no conviene siempre
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