La llegada de las redes sociales a nuestras vidas ha permitido a los usuarios conocer más sobre los productos y servicios que ofrecen las empresas. Si antes esta opinión se quedaba en un reducido grupo de personas como eran los amigos, familiares, vecinos…, ahora por medio del uso de estas herramientas, el abanico es mucho más amplio y es posible buscar en Internet las opiniones sobre cualquier negocio. Es lo que se denomina reputación online y que no es otra cosa que el prestigio que tenga una persona, empresa, producto, servicio o marca en Internet.
Las canales sociales permiten a los clientes poder opinar, quejarse o plantear cuestiones sobre cualquier cosa siendo muy habitual acudir a la red y buscar información sobre cualquier empresa o producto que queramos adquirir, y dependiendo de la información que nos encontremos en la red, el usuario tomará la decisión de adquirir o no ese producto, de ahí que sea primordial contar con una buena reputación online.
Para cuidar lo máximo posible nuestra reputación, podemos seguir tres sencillos consejos:
- Controlar que dicen de nosotros en la red. Para ello podemos hacer uso de herramientas de monitoreo como HootSuite o el sistema de alertas de Google que nos permitirá saber que dicen de nosotros y cuando lo dicen.
- Participar en las conversaciones. Es fundamental para las empresas poder dar respuesta a las muchas preguntas que puedan tener los clientes sobre un determinado servicio o producto. Los usuarios verán con mejor cara aquellos que están activos y que participan en las conversaciones.
- Optimizar las respuestas. Si anteriormente hemos comentado que es fundamental participar en las conversaciones, también es clave saber cuándo y cómo responder, utilizando un tono cordial aunque recibamos críticas sobre los servicios que ofrecemos, responder de forma oportuna , no utilizar un tono defensivo o degradante y por supuesto mostrar soluciones antes las dudas planteadas.
¿Eres de los que suele controlar tu reputación online?
