La inteligencia artificial (IA) está dejando de ser un proyecto de laboratorio para convertirse en un consumidor masivo de recursos de red. El último informe de Ciena y Heavy Reading (Omdia) advierte que, en apenas tres años, podría representar más de la mitad del tráfico de larga distancia en casi un tercio de las redes de los proveedores de servicios de comunicaciones (CSPs).
Este crecimiento no es anecdótico. Según el estudio —realizado a 77 operadores globales que incluyen fijos, móviles, convergentes y de cable—, la IA generará flujos de datos masivos y continuos para entrenamiento e inferencia de modelos, especialmente en arquitecturas edge-to-core y multi-nube, que pondrán a prueba la capacidad y resiliencia de las infraestructuras ópticas actuales.
Una nueva fuerza dominante en el tráfico de red
En redes metropolitanas, el 18% de los operadores prevé que la IA supere el 50% del tráfico total antes de 2028, y un 49% cree que rebasará el 30%. Para redes de larga distancia, las expectativas son aún mayores: el 52% anticipa que superará el 30%, y el 29% vaticina que será mayoría absoluta.
Sterling Perrin, analista principal de Heavy Reading, alerta de que la IA competirá de forma directa con otros grandes generadores de tráfico:
“En las redes metropolitanas, la IA va a compartir espacio con vídeo, web e IoT, pero en las troncales será más dominante. Los volúmenes de datos implicados en entrenamiento e inferencia son de otro orden de magnitud.”
Del gigabit al terabit: la nueva carrera por la capacidad
La consecuencia directa de esta avalancha de tráfico es una demanda creciente de servicios ópticos de alta capacidad. La mitad de los encuestados señala los servicios de longitud de onda de 100G, 400G y hasta 800G como la principal oportunidad de negocio derivada de la IA para los próximos tres años.
En contraste, solo el 25% espera que la fibra oscura lidere el crecimiento. Esta preferencia refleja una transición del modelo de “infraestructura bruta” al de “capacidad gestionada y optimizada”, especialmente para clientes empresariales que exigen garantías de latencia, seguridad y disponibilidad.
Además, el 74% de los operadores identifica a las empresas —no a los hiperescalares— como el motor principal del incremento de tráfico, un cambio relevante en el equilibrio tradicional de la demanda.
Una preparación insuficiente para un reto mayúsculo
El informe es claro: la industria no está lista. Solo un 16% de los CSPs declara que su red óptica está “muy preparada” para absorber el impacto de la IA. Un 39% afirma estar “lista” con ajustes pendientes, mientras que un 40% admite que le queda “mucho trabajo por hacer”. El 5% restante reconoce no estar preparado en absoluto.
Las barreras principales son:
- Restricciones de inversión en CAPEX (38%).
- Definición de estrategias comerciales y de go-to-market (38%).
- Gestión de red en entornos cada vez más complejos (32%).
Una oportunidad estratégica… y geopolítica
Aunque la situación supone un reto técnico, también abre una ventana de oportunidad. En un contexto de soberanía digital y requisitos de localización de datos, la capacidad de desplegar redes ópticas optimizadas para IA puede convertirse en una ventaja competitiva clave para países y operadores.
En Europa, donde el despliegue de redes de alta capacidad suele ir más lento que en Asia o Norteamérica, el riesgo es quedar rezagado en el reparto del tráfico global de IA, lo que implicaría menos centros de datos de alto valor añadido y menor atracción de inversión tecnológica.
Mientras tanto, en EE. UU. y China, los grandes operadores ya trabajan en alianzas con proveedores de tecnología para integrar capacidades de IA en el propio plano de control de la red, anticipándose a la explosión de tráfico.
Más que infraestructura: el papel del software y la automatización
La solución no pasa solo por añadir más fibra o más longitudes de onda. La gestión inteligente del tráfico mediante SDN (Software-Defined Networking), telemetría avanzada y optimización dinámica de rutas será igual de crucial. La IA que genera el tráfico podría, paradójicamente, ser también la clave para gestionarlo, ajustando en tiempo real la capacidad según patrones de uso y necesidades críticas.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Por qué la IA genera tanto tráfico en redes ópticas?
Porque los procesos de entrenamiento e inferencia requieren mover grandes volúmenes de datos entre centros de datos, nubes y nodos de borde, a menudo en tiempo real.
2. ¿Qué diferencia hay entre fibra oscura y servicios de longitud de onda?
La fibra oscura es infraestructura física sin iluminar; el servicio de longitud de onda es capacidad gestionada y monitorizada que permite a los clientes operar a velocidades específicas como 100G o 400G.
3. ¿Qué implica que solo el 16% de los CSPs esté “muy preparado”?
Que la mayoría deberá acometer inversiones urgentes en ampliación de capacidad, automatización y gestión de red si quiere competir en la nueva economía del dato impulsada por la IA.
4. ¿Cómo influye esto en la geopolítica de la infraestructura digital?
Los países con redes ópticas optimizadas para IA atraerán más inversión en centros de datos y ecosistemas tecnológicos, reforzando su posición en la cadena de valor global de la inteligencia artificial.
vía: Revista Cloud