Hasta ahora, montar una web o una pequeña aplicación significaba aprender a programar, contratar a alguien o esperar a que el equipo de TI tuviera un hueco. En 2025 eso empieza a cambiar. Plataformas de programación con IA como Lovable permiten describir en texto lo que se quiere —“una web de reservas con pago y avisos por e-mail”— y la herramienta genera una primera versión que se puede ajustar con nuevas instrucciones. A esta tendencia muchos la llaman vibe coding: menos código a mano, más “pídelo y pruébalo”.

Lovable, con sede en Estocolmo, asegura que roza los 8 millones de usuarios a solo un año de su lanzamiento (eran 2,3 millones en julio) y que en su plataforma se crean alrededor de 100.000 “productos” al día. La compañía, que ha recaudado 228 millones $ (incluida una serie A de 200 millones $ que la valoró en 1.800 millones $), afirma también que más del 50 % del Fortune 500 la usa para prototipos y utilidades internas. En junio comunicó 100 millones $ de ingresos recurrentes anuales (ARR). Al mismo tiempo, algunos analistas detectaron bajadas de tráfico del 40 % en septiembre, señal de que la ola entra en fase de maduración. Aun así, Lovable habla de retención neta > 100 % (sus clientes gastan más con el tiempo) y un equipo que ya supera las 100 personas.

¿Qué puede hacer alguien “de a pie” con esto?

  • Una tienda o un profesional: una página de reservas con pago, confirmaciones por correo y calendario.
  • Un colegio o una ONG: formularios para inscripciones y donaciones, con hojas de cálculo conectadas.
  • Un equipo de marketing: una landing de campaña para probar un mensaje en días, no semanas.
  • Un aficionado curioso: un prototipo de la idea que tiene en la cabeza, listo para enseñarlo.

Hay casos llamativos: un niño de 11 años en Lisboa creó un “Facebook” para su clase; un dúo sueco dice facturar 700.000 $ al año con un proyecto construido sobre la plataforma en siete meses. Son historias extremas, pero reflejan algo de fondo: la barrera de entrada baja y probar ideas es más barato y rápido.

Cómo funciona, explicado sencillo

  1. Describe lo que quieres en frases claras.
  2. La IA propone pantallas, datos y lógica.
  3. Pides cambios con texto: “añade pago”, “traduce al inglés”, “limita a 10 reservas diarias”.
  4. Publicas en un dominio temporal y, si quieres, conectas tu dominio propio.
  5. Opcional: descargas el código para que un profesional lo revise y lo deje listo para producción.

Pros y contras en un vistazo

VentajasPor qué te interesaDesventajasCómo evitar sustos
VelocidadPasas de la idea a algo usable en horas.Prototipos “que se eternizan” sin acabar bien.Define un objetivo mínimo (MVP) y fecha de entrega.
Barrera de entrada bajaNo necesitas saber programar.Código irregular o difícil de mantener.Exporta y pide revisión técnica antes de abrirlo al público.
Coste inicial bajoValidas sin grandes inversiones.Dependencia de la plataforma.Comprueba si puedes exportar código y datos.
Iteración naturalAjustas con frases, pruebas variantes.Fácil acumular funciones sin orden.Usa plantillas y prueba con 5–10 usuarios reales.
Productividad en empresasEquipos no técnicos crean utilidades internas.“TI en la sombra” (apps sin dueño ni control).Catálogo de plantillas aprobadas, SSO, permisos por rol y revisión.

Para quién encaja (y para quién no)

Encaja si quieres probar algo rápido: reservas, formularios, minitiendas, micrositios, paneles internos. También si eres pyme, autónomo, docente o parte de un equipo que necesita avanzar sin bloquear a TI.

Mejor con calma si tu aplicación maneja datos sensibles (salud, finanzas, menores), exige normativa específica o requiere alta disponibilidad y escalado. En esos casos, el vibe coding sirve para prototipar y alinear ideas, pero conviene que un equipo técnico construya o termine la versión de producción.

Guía rápida para empezar bien

  • Define el “para qué” en una frase: qué hará, para quién es y qué resultado esperas.
  • Empieza pequeño: una única función clave (reservar, pagar, apuntarse, enviar).
  • Aplica mínimos de seguridad: captcha, verificación por e-mail, textos legales.
  • Plan de salida: confirma que puedes descargar el proyecto y los datos.
  • Prueba con 10 personas: recoge comentarios antes de anunciarlo.
  • Si va a producción, pide una revisión técnica (accesibilidad, rendimiento, protección de datos, copias).

¿Y los programadores? ¿Desaparecen?

No. Cambia su papel. Estas herramientas permiten que más gente cree prototipos; los equipos técnicos se centran en que lo que de verdad importa esté seguro, sea rápido, cumpla la ley y se pueda mantener. También crean componentes y plantillas internas para que los demás construyan sin romper nada.

¿Moda pasajera o nueva capa del día a día digital?

Probablemente, un poco de ambas cosas. Habrá proyectos que nacen y mueren con la novedad, y otros que se quedan porque aportan valor real. Las cifras de Lovable hablan de interés masivo; las caídas puntuales de tráfico recuerdan que la realidad se impone. Para el usuario común, la conclusión es sencilla: si tienes una idea clara que puedes medir en dos semanas (reservas hechas, formularios enviados, ventas realizadas), pruébala. Si funciona, habrás ganado tiempo y aprendizaje; si no, sabrás mejor qué pedir la próxima vez.


Preguntas frecuentes

¿Puedo usarlo para un negocio “de verdad”?
Sí, para validar y para cosas sencillas: reservas, formularios, minisites, catálogos pequeños. Para la versión final, sobre todo si hay pagos y datos personales, pide revisión técnica.

¿Qué pasa con mis datos?
Mira dónde y cómo se guardan. Usa pasarelas de pago conocidas, activa captcha y verifica que puedes exportar los datos si cambias de proveedor.

¿Cuánto cuesta?
Suelen tener plan gratuito y niveles de pago. Más que el precio, mira si hay contrato claro, exportación y límite de uso que encaje contigo.

¿Necesito saber programar para usarlo?
No para empezar. Aun así, tener a mano a alguien técnico para revisar lo importante (seguridad, rendimiento, cumplimiento) marca la diferencia cuando pasas a producción.

Fuente: Noticias IA Lovable

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo último

×