A partir del 2 de agosto, la Unión Europea empezará a multar con hasta 35 millones de euros a las empresas que no usen la inteligencia artificial de forma segura y responsable. Pero… ¿está la gente preparada para este cambio?

Desde este mes de agosto de 2025, la Unión Europea da un paso firme en el control de la inteligencia artificial (IA). Entra en vigor una nueva ley que sancionará con fuerza los usos peligrosos o poco transparentes de estas tecnologías, que ya están presentes en miles de productos que usamos a diario: desde asistentes virtuales y filtros de redes sociales, hasta sistemas de reconocimiento facial o chatbots.

Las sanciones no son pequeñas: las empresas que incumplan la normativa podrán recibir multas de hasta 35 millones de euros o el 7 % de su facturación global anual. Pero mientras los gobiernos se preparan para hacer cumplir la ley, la ciudadanía sigue teniendo dudas y preocupaciones.


La mayoría de los españoles no confía en que haya control

Una encuesta realizada por la consultora tecnológica Entelgy revela que casi 9 de cada 10 personas en España no confían en que las instituciones estén controlando adecuadamente el uso de la inteligencia artificial. Y solo un 8,8 % cree que exista una ley lo suficientemente estricta para protegernos frente a esta tecnología.

Además, más del 80 % de los encuestados tiene miedo de que la IA recopile datos personales sin permiso suficiente. Esta preocupación es especialmente alta entre los mayores de 30 años.


¿Qué prohíbe exactamente la nueva ley?

La nueva normativa, conocida como Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (RIA), prohíbe prácticas que se consideran de alto riesgo para la libertad y los derechos de las personas. Por ejemplo:

  • Manipulación emocional o psicológica a través de la IA.
  • Reconocimiento facial masivo en lugares públicos.
  • Análisis de emociones en el trabajo o en colegios.
  • Sistemas que puntúan a las personas (como el “social scoring”).
  • Predicciones de delitos basadas en datos personales o biométricos.

Estas prácticas ya no solo están mal vistas: a partir de ahora están prohibidas y son sancionables.


¿Y cómo afecta esto a la gente normal?

En principio, esta ley no está pensada para usuarios individuales, sino para empresas que desarrollan o usan tecnologías de inteligencia artificial. Pero es importante entenderla porque nos protege como ciudadanos y consumidores. A partir de ahora:

  • Las empresas deben decirte si estás hablando con una IA (por ejemplo, en una tienda online o atención al cliente).
  • Tienen que garantizar que sus sistemas no discriminan, no manipulan ni recogen tus datos sin transparencia.
  • Deben garantizar supervisión humana en decisiones importantes (como rechazar un crédito o asignar un puesto de trabajo).

¿Y si no entiendo nada de leyes?

No pasa nada. Según la misma encuesta, solo el 11 % de las personas sabe que esta ley existe, aunque entre los jóvenes ese porcentaje sube un poco (19 %).

Por eso, los expertos piden más información, educación y transparencia para que todos sepamos cuándo estamos interactuando con una IA, qué datos se recogen y cómo se protegen nuestros derechos.


¿Qué deben hacer las empresas?

Las empresas que usen o desarrollen inteligencia artificial tendrán que revisar sus sistemas, hacerlos más transparentes, contar con documentación técnica clara y asegurarse de que cumplen con la ley. También tendrán que colaborar con la nueva Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA).

El mensaje para las empresas es claro: si quieren usar IA en Europa, tendrán que hacerlo de forma ética, legal y explicable.


En resumen:

Dato claveValor
Multas por incumplir la ley de IAHasta 35 millones € o 7 % de facturación
Personas que confían en que hay buena regulaciónSolo el 8,8 %
Personas que desconfían de las instituciones88,6 %
Preocupación por privacidad ante la IAMás del 80 %
Conocimiento sobre la ley de IASolo 1 de cada 10 ciudadanos

¿Qué puedes hacer tú?

  • Infórmate: si usas apps con IA, busca si explican cómo funciona.
  • Exige transparencia: las empresas deben decirte si estás hablando con una máquina.
  • Protege tus datos: no des más información de la necesaria.
  • Pregunta sin miedo: tienes derecho a saber cómo se usan tus datos y a exigir supervisión humana.

La inteligencia artificial no es mala por sí sola. Pero como con cualquier tecnología poderosa, su uso debe estar bien regulado y vigilado. Esta nueva ley europea es un paso importante, pero necesita que todos —empresas, gobiernos y ciudadanos— estemos atentos, informados y participemos.

Fuente: Noticias Inteligencia Artificial

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