Netflix da el salto definitivo a AV1: ya el 30 % de su streaming usa el códec abierto que viene a sustituir al H.264

Netflix ha cruzado un umbral simbólico en la evolución tecnológica del vídeo en internet. Según su último artículo técnico, el códec abierto AV1 ya impulsa aproximadamente el 30 % de todas las horas de visionado en la plataforma, consolidándose como el segundo formato más utilizado del servicio y con camino despejado para convertirse en el primero en los próximos años.

Detrás de ese porcentaje hay algo más que una simple actualización de códecs: es un cambio de fondo en cómo se comprime, distribuye y reproduce el vídeo en un momento en el que millones de usuarios ven contenidos en 4K, HDR y en dispositivos muy heterogéneos.


De H.264 al AV1: por qué Netflix apuesta por un códec abierto

Desde sus inicios en el vídeo bajo demanda, Netflix ha apoyado buena parte de su catálogo en H.264/AVC, el estándar dominante durante más de una década. Sin embargo, los límites de ese formato se han ido haciendo visibles a medida que han crecido las resoluciones, las tasas de bits y el consumo global de ancho de banda.

En 2015, la compañía se unió a gigantes como Google, Amazon, Intel o Microsoft para crear la Alliance for Open Media (AOMedia), con un objetivo claro: desarrollar un códec de nueva generación, abierto y libre de royalties, que mejorara la eficiencia de compresión frente a los estándares comerciales y evitara la compleja situación de licencias que rodea a HEVC (H.265). De ese trabajo conjunto nació AV1, lanzado en 2018.

AV1 está diseñado específicamente para el streaming en internet: ofrece una compresión muy superior a H.264 y competitiva frente a HEVC, manteniendo o mejorando la calidad visual con menos datos. Para un servicio que concentra una parte nada despreciable del tráfico mundial, cada punto porcentual de eficiencia cuenta.


El despliegue: de Android a los televisores y al navegador

Netflix no activó AV1 de golpe en toda su base de usuarios, sino que siguió un camino progresivo:

  • Primero en Android (2020): la flexibilidad del sistema y la disponibilidad del decodificador software dav1d, optimizado para ARM, permitieron a la compañía probar AV1 en móviles sin depender aún de chips con soporte específico. El beneficio fue claro para usuarios con conexiones móviles limitadas: mejor calidad a menor bitrate.
  • Después, salto al salón: a partir de 2021, Netflix empezó a certificar smart TV, descodificadores y sticks HDMI con decodificación hardware AV1, requisito imprescindible para reproducir señales 4K y altas tasas de bits sin disparar el consumo de CPU.
  • Extensión al navegador web (2022): con la llegada de soporte AV1 en navegadores modernos y en más GPU, el códec empezó a estar disponible también en PCs y portátiles.
  • Llegada a Apple (2023): la introducción de soporte AV1 en los chips Apple M3 y A17 Pro abrió la puerta al uso del códec en dispositivos de la marca, otro tramo importante de la base de usuarios de Netflix.

En paralelo, la empresa ha ido recodificando progresivamente su catálogo en AV1. El resultado de esta combinación —más dispositivos compatibles y más títulos preparados— es ese 30 % de visionado global ya servido en AV1, con una tendencia clara al alza.


Menos ancho de banda, menos buffering, más calidad

Los datos que comparte Netflix ayudan a poner en contexto el impacto real del cambio de códec:

  • Las sesiones en AV1 logran puntuaciones VMAF (un índice de calidad de vídeo percibida) unos 4,3 puntos por encima de H.264/AVC y 0,9 puntos por encima de HEVC, a igualdad de condiciones.
  • El consumo de datos se reduce aproximadamente un tercio frente a AVC y HEVC para una misma calidad perceptiva.
  • Esa mayor eficiencia se traduce en un 45 % menos de interrupciones por buffering en las sesiones codificadas en AV1, según la compañía.

En términos prácticos, para el usuario esto significa que una conexión que antes iba justa para ver contenido en HD o 4K ahora tiene algo más de margen, y que escenarios complicados —como Wi-Fi saturadas o redes móviles irregulares— se gestionan mejor.

Para los operadores de red y el propio Netflix, el códec también juega un papel relevante: menos tráfico para ofrecer la misma o mejor experiencia supone aliviar infraestructuras de red y reducir costes de transporte de datos a gran escala.


HDR10+ y grano de cine: AV1 como plataforma para funciones avanzadas

El movimiento hacia AV1 no es solo una cuestión de tasas de compresión. El códec incorpora herramientas pensadas para experiencias más sofisticadas:

  • HDR con HDR10+: en marzo de 2025, Netflix activó streaming AV1 con HDR10+, un formato que añade metadatos dinámicos para ajustar el mapeo de tonos escena a escena y por dispositivo. Según la compañía, a día de hoy en torno al 85 % de las horas de visionado de su catálogo HDR ya tienen versión AV1-HDR10+, con previsión de cubrir prácticamente el 100 % en breve.
  • Film Grain Synthesis (FGS): el grano de película es parte de la estética cinematográfica, pero muy costoso de comprimir. AV1 incluye un sistema para eliminar el grano antes de codificar y reconstruirlo después en el decodificador a partir de parámetros incluidos en el bitstream. Netflix ha implementado esta función a gran escala desde julio de 2025 y asegura que puede lograr vídeo con grano cinematográfico a bitrates asequibles para una conexión doméstica típica, con reducciones cercanas al 60-70 % frente a flujos AV1 sin FGS que obtienen calidades similares.

Estas capacidades apuntan a un uso de AV1 no solo como sustituto eficiente de los códecs anteriores, sino como base para experiencias visuales más ricas sin penalizar su distribución a millones de usuarios.


Próximo objetivo: directos y cloud gaming

Hasta ahora, la adopción de AV1 en Netflix se ha centrado sobre todo en vídeo bajo demanda (VOD). Pero el propio equipo de ingeniería reconoce que las grandes oportunidades están también en otras dos áreas:

  • Streaming en directo: desde 2023, Netflix ha empezado a apostar por eventos en vivo —especialmente espectáculos y deportes— que pueden reunir a decenas de millones de usuarios simultáneos. AV1 podría reducir drásticamente el ancho de banda necesario por espectador y facilitar modelos como la superposición de gráficos en capas (marcadores, estadísticas, publicidad dinámica) usando la codificación por capas del propio códec.
  • Videojuegos en la nube: la plataforma de cloud gaming de Netflix, todavía en fase inicial, depende de enviar vídeo de alta calidad con una latencia mínima tras cada acción del jugador. Aquí, cada milisegundo y cada kilobit importan, y la eficiencia de AV1 puede ayudar a mantener la calidad cuando la red empeora, sin romper la experiencia interactiva.

Ambos campos suponen retos adicionales —especialmente por la necesidad de codificación en tiempo real—, pero Netflix ya ha dejado claro que AV1 forma parte de sus planes para estas líneas de producto.


Un ecosistema de dispositivos alineado con AV1… y pensando en AV2

Nada de esto sería posible sin un ecosistema de hardware alineado. Según datos de la propia compañía, en los últimos cinco años, alrededor del 88 % de los dispositivos de gran pantalla enviados a certificación (televisores, set-top boxes y sticks) ya incluían decodificación AV1, muchos de ellos con capacidad 4K a 60 fps. Desde 2023, prácticamente todos los nuevos dispositivos que pasan por el proceso de certificación de Netflix son compatibles con AV1.

El decodificador software dav1d, desarrollado por VideoLAN y otros miembros de AOMedia, también ha tenido un papel importante, sobre todo en Android y en navegadores: permite llevar AV1 a equipos sin hardware específico, manteniendo consumos razonables de CPU.

Mientras AV1 se consolida como “códec del presente”, la industria ya mira a AV2, el sucesor anunciado por la Alliance for Open Media para finales de 2025, con expectativas de otra mejora significativa en eficiencia y nuevas funciones avanzadas. Netflix ha confirmado que seguirá apostando por los códecs abiertos de AOMedia, pero deja claro que, de momento, el caballo de batalla es AV1.


En resumen, el dato de que tres de cada diez horas de visionado en Netflix ya se sirvan en AV1 refleja un cambio profundo en la infraestructura del vídeo en streaming: menos ancho de banda para la misma calidad, más margen para el 4K y el HDR, y una base tecnológica preparada para directos y juegos en la nube.

Lo que hace apenas unos años era un códec experimental impulsado por un puñado de empresas es hoy una pieza central en la forma en la que cientos de millones de personas ven series, películas y, pronto, también eventos en directo y videojuegos desde su televisor, móvil o navegador.

Fuente: netflix tech blog

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