La industria del entretenimiento en línea acaba de dar un giro histórico. Netflix ha anunciado un acuerdo para hacerse con Warner Bros, incluidos sus míticos estudios de cine y televisión, además de HBO y la plataforma HBO Max. Si la operación supera todos los trámites pendientes, el líder mundial del ‘streaming’ sumará bajo su paraguas algunas de las marcas más reconocibles del cine y las series.
El movimiento llega en un momento en el que cada vez más personas han cambiado la televisión tradicional por las plataformas. Lo que antes se veía en la parrilla de la televisión pública, ahora se busca en aplicaciones sin anuncios (o con menos anuncios) a cambio de una cuota mensual. En ese terreno, Netflix ha sido el gran pionero, pero llevaba años compitiendo con rivales muy potentes, entre ellos precisamente HBO Max.
De videoclub online a superpotencia del entretenimiento
Netflix nació a finales de los años 90 como un servicio de alquiler de películas por correo. A principios de los 2000 empezó a ofrecer el catálogo por Internet y en 2007 dio el salto definitivo al vídeo bajo demanda, cuando la idea de ver una película en ‘streaming’ todavía sonaba exótica.
A partir de ahí, su crecimiento fue explosivo. En 2009 ya superaba los 10 millones de suscriptores y, según sus últimas cifras, en agosto de 2025 contaba con unos 301,6 millones de clientes en todo el mundo. En este tiempo han ido apareciendo otros competidores como Amazon Prime Video, Disney+ o HBO Max, y las subidas de precios y cambios en las normas de las cuentas compartidas han provocado cancelaciones. Aun así, Netflix continúa siendo la plataforma con más abonados.
Con la compra de Warner Bros, la compañía no solo suma millones de usuarios potenciales, sino un catálogo que abarca más de un siglo de historia del cine y de la televisión.
Un catálogo de clásicos y éxitos modernos bajo la misma casa
El acuerdo incluye:
- Los estudios de Warner Bros, responsables de películas como El mago de Oz, Casablanca o sagas recientes como Harry Potter y buena parte del universo de superhéroes de DC.
- HBO y HBO Max, la marca asociada a series tan influyentes como Los Soprano, The Wire, Juego de Tronos, Succession o The Last of Us.
- Comedias y producciones muy populares como Friends o The Big Bang Theory.
Todo esto se sumará a las producciones propias de Netflix, desde Stranger Things o Miércoles hasta La Casa de Papel o Bridgerton. La idea de la compañía es mantener el funcionamiento de los estudios de Warner Bros, seguir estrenando películas en cines y, al mismo tiempo, reforzar su oferta en la plataforma.
¿Qué cambia para los usuarios?
En el corto plazo, el día a día de los suscriptores no cambiará demasiado. La operación necesita todavía la aprobación de los reguladores de competencia y de los accionistas, y no se espera que se cierre hasta dentro de 12 a 18 meses.
A medio plazo, si la compra sale adelante, es previsible:
- Más contenido en un mismo sitio: películas y series de HBO, HBO Max y Warner Bros podrían integrarse progresivamente en el catálogo de Netflix, ya sea como parte de la suscripción normal o en planes combinados.
- Posibles cambios de marca: está por ver si HBO Max seguirá existiendo como aplicación independiente o si su contenido se integrará por completo en Netflix. Las compañías, por ahora, solo hablan de “ofertas complementarias”.
- Reordenación del mercado: al sumar HBO y Warner Bros, Netflix reforzará su posición frente a Disney+, Amazon u otras plataformas, que podrían responder con alianzas o nuevas adquisiciones.
La gran incógnita, como siempre, será el precio. Netflix asegura que quiere ofrecer “más valor” a los usuarios, pero no ha adelantado si esta compra traerá consigo nuevas subidas o cambios en los planes.
Un acuerdo bajo la lupa de los reguladores
Una operación de este tamaño no se aprueba de un día para otro. El precedente de Microsoft con la compra de Activision Blizzard —que estuvo más de un año y medio bajo revisión— hace pensar que Netflix tendrá que convencer a las autoridades de que la unión no reduce en exceso la competencia.
Para cubrirse las espaldas, la compañía se ha comprometido a pagar a Warner una compensación multimillonaria si los reguladores tumban la operación. No sería extraño que, durante el proceso, se impusieran condiciones sobre cómo debe integrarse HBO Max o qué licencias de contenido pueden mantenerse en otros servicios.
Lo que está en juego en la guerra del ‘streaming’
Más allá de los números, la compra de Warner Bros y HBO Max muestra hacia dónde se dirige el sector: menos actores, pero más grandes. La acumulación de derechos y franquicias en manos de unas pocas plataformas puede facilitar que el usuario lo encuentre “todo” en uno o dos servicios, pero también puede limitar la variedad externa y la capacidad de otros competidores para hacerse un hueco.
Mientras tanto, el público seguirá haciendo sus cuentas: cuántas plataformas puede pagar, qué catálogo le interesa más y cuánto está dispuesto a asumir en subidas de precio o publicidad. Si la operación se completa, Netflix se colocará aún más en el centro de esa decisión.
Fuente: Netflix compra Warner Bros y HBO