La carrera por el futuro de la navegación web entra en una nueva fase. OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, estaría ultimando los detalles de un navegador propio basado en Chromium, el mismo motor que impulsa a Google Chrome, Microsoft Edge y Brave. La novedad no es tanto el motor, sino el enfoque: un navegador con inteligencia artificial en el centro, diseñado para hacer mucho más que mostrar páginas web.
Fuentes cercanas al desarrollo aseguran que el proyecto podría debutar primero en macOS, con una experiencia profundamente integrada en ChatGPT. El objetivo es claro: competir directamente con Google y su hegemonía en el mercado de los navegadores, pero con un valor diferencial, la IA generativa.
Un navegador que navega por ti
La propuesta de OpenAI no busca repetir el modelo clásico de navegador. Según las primeras filtraciones, la compañía trabaja en funciones de selección inteligente de pestañas, una página de nueva pestaña impulsada por IA y, lo más llamativo, una característica que permitiría que el navegador haga el trabajo de navegar por el usuario.
Esta función recuerda al Copilot Mode de Microsoft Edge, que integra Bing Chat para interactuar con las páginas web. Sin embargo, OpenAI quiere ir más allá: el navegador no solo recomendaría o resumiría contenidos, sino que podría ejecutar tareas completas de forma autónoma.
La clave: el “Agent Mode” de ChatGPT
Los seguidores más atentos de OpenAI ya conocen un anticipo de lo que podría ser este navegador. El Agent Mode de ChatGPT, introducido en pruebas, permite a la IA operar en un entorno controlado con un terminal Linux y un navegador Chromium en la nube.
Este modo puede ejecutar órdenes complejas, como:
- “Crea una presentación en PowerPoint usando mis documentos y fuentes de internet”.
- “Busca estadísticas actualizadas sobre el consumo eléctrico en centros de datos y prepara un informe”.
- “Revisa mi bandeja de entrada y organiza las citas en un calendario”.
El navegador que prepara OpenAI integraría este enfoque de forma nativa. Dicho de otro modo: no sería solo un navegador que muestra páginas, sino una plataforma donde la IA actúa como asistente proactivo, capaz de buscar, filtrar y organizar información sin que el usuario tenga que abrir decenas de pestañas.
Un rival directo para Google
El movimiento tiene implicaciones profundas. Google controla hoy más del 65 % del mercado global de navegadores con Chrome, y utiliza esa posición dominante para reforzar su negocio publicitario y de búsqueda.
Reuters ya adelantó que un navegador basado en ChatGPT podría cambiar la lógica de la web: el usuario pasaría menos tiempo navegando entre sitios y más tiempo interactuando dentro del propio ecosistema del navegador. Es decir, si el navegador responde directamente a las preguntas del usuario con información procesada por IA, ¿para qué visitar las páginas originales?
Esta idea recuerda a lo que ya está ocurriendo con Google SGE (Search Generative Experience) o con AI Overviews, que generan respuestas directas en la búsqueda, desplazando a los enlaces tradicionales. OpenAI, con un navegador propio, podría acelerar este cambio de paradigma.
¿Un Chrome con esteroides de IA?
Aunque los detalles visuales son todavía escasos, las filtraciones apuntan a que el navegador de OpenAI no se alejaría mucho del diseño familiar de Chrome. Al fin y al cabo, está construido sobre Chromium.
La gran diferencia estaría en su sistema unificado de agentes inteligentes, que permitiría una interacción más cercana a tener un asistente digital permanente. El navegador podría aprender del estilo de trabajo del usuario, automatizar rutinas y ofrecer recomendaciones hiperpersonalizadas.
Por ejemplo:
- Si un periodista investiga un tema, el navegador podría reunir las fuentes más relevantes, resumirlas y proponer titulares.
- Para un estudiante, podría organizar apuntes, crear esquemas y proponer ejercicios.
- En el ámbito empresarial, podría analizar datos en tiempo real y generar informes visuales listos para compartir.
OpenAI vs. los gigantes tecnológicos
El lanzamiento de un navegador propio sería un paso ambicioso para OpenAI en su estrategia de diversificación. Hasta ahora, su producto estrella ha sido ChatGPT, que ya cuenta con más de 200 millones de usuarios activos según estimaciones del sector. Sin embargo, la dependencia de Microsoft (con su integración en Edge y en Windows) y la competencia creciente de Google, Anthropic y otros actores han empujado a la empresa a expandir su ecosistema.
Con este movimiento, OpenAI entraría en un terreno donde se juegan tres batallas clave:
- Navegadores web: dominado por Google, pero con espacio para propuestas diferenciales como Brave o Arc.
- Buscadores: en plena transformación con la irrupción de la IA generativa.
- Agentes inteligentes: donde OpenAI busca marcar terreno frente a Copilot (Microsoft) y Gemini (Google).
El dilema de la web abierta
El posible navegador de OpenAI también abre un debate sobre el futuro de la web abierta. Si los usuarios dejan de visitar páginas directamente porque el navegador responde por ellos, los medios de comunicación, blogs y creadores de contenido podrían ver caer su tráfico, como ya está ocurriendo con las pruebas de Google SGE.
Algunos analistas advierten que esta dinámica podría reforzar la concentración de poder en manos de quienes controlan los navegadores y los modelos de IA. En este caso, OpenAI se convertiría en árbitro de lo que el usuario ve y consume.
La incógnita del modelo de negocio
Otra gran pregunta es cómo OpenAI monetizará su navegador.
- ¿Integrará anuncios, como hace Google?
- ¿Optará por un modelo de suscripción premium ligado a ChatGPT Plus?
- ¿Ofrecerá servicios empresariales para profesionales y compañías?
Por ahora, no hay respuestas claras. Lo único seguro es que OpenAI deberá equilibrar su visión de asistente proactivo con un modelo económico sostenible que no genere rechazo en los usuarios.
Lo que viene: macOS primero, ¿Windows después?
Las filtraciones indican que el navegador debutaría en macOS, posiblemente como un guiño al ecosistema creativo y profesional de Apple, donde OpenAI tiene una fuerte base de usuarios. Posteriormente, se espera que llegue también a Windows y dispositivos móviles.
La integración con ChatGPT será total, de modo que el usuario podrá alternar entre el chat clásico y el navegador sin fricciones.
Conclusión
El movimiento de OpenAI no es menor. El lanzamiento de un navegador propio basado en Chromium marca un intento serio de romper el dominio de Google en la web y redefinir la experiencia de navegación con la IA como protagonista.
La gran incógnita es si los usuarios están listos para este cambio: pasar de navegar activamente a dejar que una inteligencia artificial lo haga por ellos. Lo que está claro es que la batalla por el futuro de internet no se jugará solo en los buscadores, sino también en los navegadores.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué motor utilizará el navegador de OpenAI?
Estará basado en Chromium, el mismo motor de código abierto que utilizan Chrome, Edge y Brave, lo que garantiza compatibilidad con la mayoría de las páginas web.
¿En qué se diferencia de Chrome o Edge?
La diferencia clave es la integración de la inteligencia artificial. El navegador podrá realizar tareas de forma autónoma, organizar información y ofrecer respuestas directas sin necesidad de abrir múltiples pestañas.
¿Qué relación tendrá con ChatGPT?
El navegador estará impulsado por un sistema de agentes inteligentes unificados, similar al “Agent Mode” de ChatGPT, lo que permitirá ejecutar tareas complejas directamente desde la interfaz.
¿Será gratuito o de pago?
Por el momento no hay confirmación. Es posible que exista una versión gratuita limitada y un plan premium integrado en la suscripción de ChatGPT Plus.
¿Podría afectar este navegador al tráfico web tradicional?
Sí. Al centralizar la información dentro del propio navegador, muchos usuarios podrían dejar de visitar páginas directamente, lo que plantea un desafío para los creadores de contenido y los medios digitales.