Orange desconecta sus cuentas de correo: miles de usuarios perderán su email antes del 5 de septiembre

El cierre afecta a las cuentas de Orange y a las heredadas de antiguos proveedores como Wanadoo, Amena, Yacom o EresMás. La medida pone en evidencia los riesgos de utilizar correos ligados a operadoras.

Durante años, tener una cuenta de correo asociada al proveedor de internet era algo habitual. Era una época en la que contratar ADSL conllevaba recibir una dirección de email, espacio web personal e incluso almacenamiento FTP. Con el paso del tiempo, muchos de esos servicios desaparecieron. Pero el correo electrónico ha perdurado… hasta ahora.

Orange ha anunciado el fin definitivo de su servicio de correo electrónico, una decisión que deja en el aire a miles de usuarios que aún conservaban cuentas activas bajo alguno de los 17 dominios afectados. La compañía ha comenzado a notificar a sus clientes que a partir del 5 de septiembre de 2025 los servidores de correo dejarán de funcionar, y toda la información almacenada será eliminada sin posibilidad de recuperación.

Un cierre masivo que afecta a cuentas con décadas de uso

El cambio no solo afecta a los correos bajo el dominio orange.es, sino también a los de antiguos proveedores absorbidos por Orange a lo largo de los años: wanadoo.es, ya.com, eresmas.com, amena.com, mixmail.com, telepolis.com, entre otros.

Muchos de estos dominios eran parte del ecosistema digital de miles de españoles desde los albores de internet, hace más de dos décadas. Usuarios que, por costumbre o desconocimiento, siguieron usando estas cuentas para registros, comunicaciones personales e incluso laborales.

Orange ha instado a sus clientes a que descarguen sus correos y actualicen su dirección de email en todos los servicios donde la tuvieran registrada, incluidos los propios sistemas de Orange, como el área de cliente «Mi Orange». Sin embargo, no ofrecerá una opción de migración ni siquiera de pago, y ni siquiera mantendrá activos los servidores para notificar a los remitentes que esa cuenta ya no existe.

El riesgo de depender del correo de tu operadora

Este caso ha encendido las alarmas entre quienes aún confían en cuentas de correo proporcionadas por operadoras de telecomunicaciones. Orange no es la primera en hacerlo. Casos similares ya ocurrieron en el pasado con Terra, Infonegocio, Arrakis o Ibercom. Y no se puede descartar que otras compañías sigan el mismo camino.

Incluso Telefónica, que aún mantiene cuentas activas bajo dominios como telefonica.net, podría en el futuro tomar decisiones similares si considera que mantener ese servicio ya no es rentable o relevante para su modelo de negocio.

El problema no es menor. Una cuenta de correo no es solo una herramienta de comunicación: suele estar ligada a servicios bancarios, redes sociales, facturación digital, registros oficiales o sistemas de doble autenticación. Perder el acceso sin tener un plan de contingencia puede tener consecuencias graves.

¿Qué hacer? Mejor prevenir: dominio propio o servicios consolidados

Expertos en seguridad digital recomiendan desvincularse cuanto antes del correo proporcionado por operadoras y optar por soluciones que ofrezcan estabilidad y control. La mejor opción, especialmente para profesionales o autónomos, es disponer de un dominio propio con un servicio de correo asociado. No solo aporta una imagen más profesional, sino que permite migrar fácilmente entre proveedores sin perder la dirección.

Para el usuario medio, recurrir a servicios consolidados como Gmail, Outlook (Hotmail) o incluso Yahoo! puede ser una alternativa más fiable. Aunque ninguna plataforma es inmune a cambios o cierres, estas compañías ofrecen mejores garantías de continuidad y migración de datos.

Un final anunciado… pero con consecuencias

Con la desaparición del servicio de correo de Orange, se cierra un capítulo de la historia digital de España. Miles de cuentas quedarán inactivas, millones de mensajes serán eliminados y muchas personas descubrirán —a veces demasiado tarde— lo arraigada que estaba esa vieja dirección de correo en su vida digital.

El caso de Orange es una llamada de atención. En un mundo donde los servicios digitales se transforman con rapidez, tomar decisiones informadas sobre dónde y cómo gestionamos nuestro correo electrónico puede evitar más de un disgusto en el futuro.

Fuente: Banda Ancha y Orange

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