A mediados de los 90, cuando conectarse a la Red en España todavía era ejercicio de paciencia, módem ruidoso y facturas telefónicas por minutos, irrumpió Servicom. Nacido en Barcelona a finales de 1994, fue el tercer proveedor de acceso a Internet en el país —tras Goya Servicios Telemáticos (Madrid, 1992) y Spritel–Sarenet (País Vasco)—, pero probablemente el más ambicioso. Su objetivo declarado: “parar los pies a CompuServe” ofreciendo no solo acceso, sino también comunicación y contenidos hechos en España.
Al frente, Eudald Domènech-Riera, carácter inquieto y directo, instaló al equipo en una masía del Parc Tecnològic del Vallès. En un mercado incipiente, Servicom apostó por integrar correo, grupos de debate, faxes, y desde el primer año dio acceso editorial a El Mundo, El Periódico, El Temps y a las cabeceras de IDG Communications (PC World, MacWorld, Comunicaciones World, Amiga World y ComputerWorld). También incorporó bases de datos de Dun & Bradstreet y Fomento del Trabajo, además de Databolsa o SIMO TCI. La idea era clara: un portal nacional completo cuando la mayoría de españoles aún no sabía qué era un navegador.
Un “súper cable” a Estados Unidos y un discurso de país
Para situarse en la primera línea, Servicom alquiló un enlace internacional de 1,5 Mbps (línea T1), directo a Estados Unidos. En 1994, aquello era un “súper cable”: suficiente para colgar un cartel de capacidad y fiabilidad ante un cliente que venía de llamar a BBS locales o de pagar suscripciones caras a CompuServe. Aquel 1,5 Mbps compartido simbolizaba además un cambio de era: pasar del “dial-up” disperso a un servicio articulado con acuerdos de contenido y un discurso propio de soberanía digital (“contenidos españoles, acceso español, servicio español”).
No era solo técnica: era marketing. En el stand de SIMO TCI (1994), y con un equipo que mezclaba sistemas, negocio y comunicación, Servicom supo presentarse como marca; algo extraordinario en un sector dominado por ingenieros, universidades e intrépidos aficionados.
El contexto que explica a Servicom: de ARPANET a las primeras ofertas comerciales
Para entender por qué Servicom fue relevante conviene mirar el marco histórico. Como documenta la tesis doctoral de Andreu Veà Historia, Sociedad, Tecnología y Crecimiento de la Red (defendida en 2002), la Internet española se mueve en tres fases solapadas:
- Prehistoria (1964–1994): desde ARPANET a la estandarización de TCP/IP y el nacimiento de la World Wide Web. En España, el acceso real quedaba en manos de universidades y grandes empresas (con RedIRIS desde 1988), mientras la ciudadanía se organizaba en BBS y Fidonet.
- Primer Internet español (1994–1998): llegan los primeros ISPs comerciales (Goya, Spritel–Sarenet, Servicom), conviven Infovía (1995) y proveedores de acceso; florecen contenidos locales y kits de conexión.
- Liberalización y escalado (1998–2002): Infovía Plus (1999), tarifas planas, consolidación de ISPs y llegada de ADSL; el mercado se concentra y surgen portales que compiten por tráfico y publicidad.
Servicom llega justo cuando el mercado abandona el “hágalo-usted-mismo” de las BBS y se prepara para masificarse con Infovía (número 055, coste de llamada local) y, poco después, con Infovía Plus (nodos locales, V.90 a 56 kbps).
“Queremos ser más que un ISP”: la apuesta por el contenido
A diferencia de otros proveedores de su tiempo, Servicom entendió que conectar no era suficiente: había que dar motivos para conectarse. Por eso consolidó acuerdos con prensa, revistas tecnológicas y bases de datos de negocio, algo pionero para un ISP español en 1994–1995. Ese enfoque “plataforma” anticipa el movimiento de finales de la década: los portales y agregadores que, ya con más ancho de banda, competirán con banners, foros y correo web.
El proyecto caló en una primera oleada de miles de usuarios avanzada para su tiempo. Pero, como suele ocurrir en los mercados que se abren, la curva de adopción se frenó cuando los costes por minuto siguieron pesando en el hogar, mientras Infovía abarataba la entrada con precio de llamada local y los grandes operadores preparaban su propia integración red + servicios + contenidos.
Cambios accionariales y salto a Madrid
En diciembre de 1995, Eudald Domènech dejó Servicom “para iniciar nuevos proyectos”, tras vender su 30 % de la compañía. La firma trasladó la mayor parte de su estructura a Madrid. Se incorporó Enrique Pareja-Rodríguez (ex CompuServe España) como adjunto al nuevo consejero delegado, Virgilio Oñate de Mora. Fue el primer giro corporativo de una trayectoria que, en apenas tres años, concentró varias operaciones de capital y alianzas con grandes nombres.
Iberdrola, Antena 3 y, después, Retevisión
- 1997: Iberdrola, vía su filial Uipicsa, tomó el 49 % de Servicom mediante ampliación de capital. El capital total pasó a 177 millones de pesetas (≈1,06 M€). El resto quedó en Fincorp (39,2 %) y Xpedite Spain (9,8 %).
- 1997 (estrategia de TV): Antena 3 adquirió un 50 % de Servicom tras invertir 500 millones de pesetas (≈3,01 M€). La compañía aseguraba entonces disponer del 60 % del mercado de conexión a Internet en España, con una facturación de 550 millones de pesetas (≈3,31 M€) en 1996 y previsión de 1.000 millones (≈6,01 M€) en 1997.
- 1998: Retevisión (hoy Orange) compró Servicom por 1.200 millones de pesetas (≈7,21 M€ nominales), equivalentes —en referencia difundida años más tarde— a ≈11 M€ de 2017. Aun así, la cifra resultó insuficiente para cubrir deudas acumuladas.
Nota sobre conversiones: 1 € = 166,386 pesetas. Las equivalencias en euros que se muestran entre paréntesis son aproximadas a valor nominal, salvo la referencia a 11 M€ (2017), que es una estimación en euros de 2017 citada en la cronología fuente.
En paralelo, Domènech siguió emprendiendo: fundó Telépolis y, posteriormente, lo vendió a EresMas por 84 M€; más tarde lanzó InOutTV (quebró en 2012). Años después, su trayectoria continuó en el ámbito del asesoramiento empresarial.
¿Qué aportó Servicom al Internet español?
1) Un ISP con vocación de medio. No se limitó a “dar línea”: integró acceso + servicios + contenidos cuando casi nadie lo hacía. Fue una propuesta editorial en tiempos de “terminales tontos” y módems que pitaban.
2) Marca y experiencia. Apostó por la usabilidad mucho antes de que la palabra se popularizara, acercando cabeceras familiares al entorno on-line y facilitando que el público se “atreviera” a navegar.
3) Profesionalización temprana. La llegada de directivos de otros actores (CompuServe) y la alianza con medios anticiparon la convergencia que dominaría la década siguiente: operadores, portales y televisiones compitiendo por la atención.
4) Un puente entre dos mundos. Técnicamente, ese enlace internacional de 1,5 Mbps fue un símbolo: pasar de la Red académica y las BBS a un servicio comercial que prometía estabilidad y catálogo.
Por qué una historia así importa: la evidencia y el método
La reconstrucción histórica de estos años —como subraya la tesis de Andreu Veà— exige verificación cruzada, hemerotecas y entrevistas. No es solo nostalgia: la documentación de quién hizo qué y cuándo permite entender por qué España pasó de ser un país de redes cerradas por minutos a uno con penetración masiva de banda ancha y hoy líder europeo en fibra hasta el hogar.
Servicom aparece en esa cronología como empresa bisagra: su visión de ISP-plataforma, sus operaciones accionariales y su comunicación de marca explican cómo el mercado giró desde el “servicio técnico” al “servicio total” (conexión + producto + contenidos). También ilustra la fragilidad de ser pionero cuando la estructura de costes aún depende de minutos telefónicos, backbones caros y una demanda que —tras la ola de curiosos— crecía a trompicones.
El freno: el minuto, el módem y la geografía
Servicom se topó con los límites del momento:
- Tarificación por minutos: incluso con Infovía abaratando a llamada local, la suma mensual era disuasoria para muchos hogares.
- Tecnología de acceso: los 28,8 kbps (luego 56 kbps con V.90) bastaban para texto e imágenes ligeras, pero frustraban al usuario ante catálogos densos o descargas.
- Geografía y dispersión: España necesitaba nodos locales y capilaridad (que llegarían con Infovía Plus y, más tarde, con ADSL).
- Escala y músculo financiero: el mercado, en consolidación, premió a quien integró red y servicios con economías de escala —los operadores.
El cierre del círculo: de los pioneros a la fibra
Con Infovía Plus (1999), tarifas planas y ADSL, los ISPs “puros” quedaron forzados a integrarse o especializarse. Servicom terminó en Retevisión y el tablero se pobló de portales y operadores convergentes. El Internet español de 2002 ya era otro: con ancho de banda creciente, costes predecibles y hábitos de consumo que apuntaban a lo que hoy es cotidiano.
Aun así, sin el paso intermedio de compañías como Servicom, el salto habría sido más lento y más difícil. Alguien tenía que contar Internet en español cuando toda su interfaz estaba en inglés; agregar contenidos cuando la Web local era mínima, y convencer a los primeros miles de hogares de que aquello merecía los pitidos del módem y la línea ocupada.
Fechas y cifras clave (1994–1998)
- 1994: Nace Servicom (Barcelona). Enlace internacional 1,5 Mbps a EE. UU.
- 1995: Presentación pública; acuerdos de contenidos con prensa y revistas tecnológicas. Salida de Eudald Domènech en diciembre.
- 1997: Iberdrola (Uipicsa) toma el 49 %; capital total 177 M ptas. (≈1,06 M€).
- 1997: Antena 3 TV invierte 500 M ptas. (≈3,01 M€) y adquiere el 50 %. Cifras publicadas: 60 % de cuota; 550 M ptas. (≈3,31 M€) de facturación 1996; previsión 1.000 M ptas. (≈6,01 M€) en 1997.
- 1998: Retevisión compra Servicom por 1.200 M ptas. (≈7,21 M€ nominales / ≈11 M€ de 2017).
Una lección que hoy sigue vigente
Las historias pioneras suelen cerrarse con adquisiciones y balances discretos, pero dejan tres lecciones que el sector digital no debería olvidar:
- El contenido y la experiencia importan desde el día uno: son el motor de adopción.
- La infraestructura y la regulación (minutos, nodos, tarifas planas) deciden la velocidad del mercado.
- La documentación y la memoria técnica —la que rescata la academia y los cronistas— es un activo público: sin ella no se entiende por qué España pasó de los 55 kbps a la fibra simétrica en una generación.
Servicom, con su atrevimiento editorial y su “súper cable” a Estados Unidos, es parte de ese kilómetro cero.
Preguntas frecuentes
¿Fue Servicom el primer ISP de España?
No. Goya Servicios Telemáticos (Madrid, 1992) y Spritel–Sarenet (País Vasco) se adelantaron. Pero Servicom destacó por su ambición de plataforma: combinó acceso, servicios y contenidos locales en un mismo lugar.
¿Cómo se financiaba Servicom y quién entró en su capital?
En 1997, Iberdrola (Uipicsa) tomó el 49 % (capital total 177 M ptas. ≈1,06 M€). Ese mismo año, Antena 3 TV invirtió 500 M ptas. (≈3,01 M€) por el 50 %. En 1998, Retevisión adquirió la compañía por 1.200 M ptas. (≈7,21 M€ nominales / ≈11 M€ de 2017).
¿Qué ofrecía Servicom además de “conectividad”?
Un catálogo temprano de medios nacionales, revistas tecnológicas, bases de datos empresariales y servicios de comunicación (correo, foros, fax). En la práctica, un portal cuando la web española apenas nacía.
¿Por qué acabó vendiéndose?
El mercado migró hacia tarifas planas, Infovía Plus, ADSL y convergencia (operadores con red, servicios y contenidos). La escala y la estructura de costes favorecieron la consolidación. Servicom quedó integrada en Retevisión, como tantos pioneros de aquella década.
Este reportaje se apoya en cronologías y materiales históricos de la época (incluida la documentación divulgativa y académica citada por quienes reconstruyeron los hitos del acceso comercial a Internet en España). Las cifras en pesetas incluyen su equivalencia aproximada en euros a tipo fijo (1 € = 166,386 ptas.).