16 de octubre, el Día Nacional del Jefe

El día 16 de octubre, se celebra el Día Nacional del Jefe, un día para destacar la importancia de esta figura, que en muchas ocasiones tiene que tomar decisiones complicadas y que le puede costar más de un enfrentamiento con sus empleados.

¿Cuál es el origen del Día Nacional de Jefe?

Este día tiene su origen en 1958, cuando Patricia Bays Harosky lo registró en la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Con el fin de inmortalizarlo y hacer honor al esfuerzo y trabajo que asumió para mantener la empresa a flote, patentó el día del cumpleaños de su padre como el Día Nacional del Jefe. Tuvieron que pasar cuatro años hasta que esta festividad fue oficial.

Años más tarde y cuando esta conmemoración aumentó en popularidad, miles de trabajadores se opusieron a su continuidad por el escenario laboral que disfrutan los empleadores, a diferencia del que se encuentran los empleados.

Las diferencias horarias, económicas y de poder argumentaban la extinción del Día Nacional del Jefe y estuvo a punto de desaparecer. Finalmente se concluyó que es importante rememorar que los jefes también son personas, y que aunque tengan mayor autoridad corporativa, también tienen mayor responsabilidad y sus esfuerzos son lo que permiten que los empleados continúen en su puesto de trabajo.

¿Qué características debe tener un buen jefe?

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Ser un buen jefe no siempre es sencillo, más bien lo contrario. Para liderar un grupo de trabajo, la persona que está al frente debe cumplir una serie de requisitos indispensables. Entre estos nos podemos encontrar.

Comunicación

La comunicación es clave para que los trabajadores conozcan la misión y los valores de cualquier empresa. Los jefes que se comunican regularmente y de forma clara y honesta con los trabajadores, consiguen que estos sean más comprometidos y productivos en la compañía.

Orientar, asesorar y guiar a un empleado sobre sus cometidos o errores laborales, debe ser una de las ocupaciones prioritarias de un jefe de equipo, por lo que el 37%, 1.776 trabajadores, señala que un buen líder debe tener ante todo comunicación, interés y predisposición para resolver cualquier duda, incidencia o malentendido que pueda experimentar cualquier profesional a su cargo.

Establecer objetivos claros

A pesar de que exista una buena comunicación, reciprocidad en el trato y apoyo ante cualquier equivocación del empleado, pueden quedar en el aire qué objetivos debe conseguir cada empleado a nivel cualitativo o cuantitativo.

Nuestra investigación indica que los empleados atraviesan altos niveles de estrés y nerviosismo cuando desconocen qué se espera exactamente de ellos. Muchos muestran frustración en este sentido e indican que en ocasiones, les ha costado mucho trabajo y tiempo averiguar qué metas tienen que conseguir.

Debido a esto, un 24% de los encuestados, 1.152, subraya que un buen líder debe establecer de forma clara y documentada los objetivos específicos que tiene que alcanzar cada empleado.

Apoyo y comprensión

Los trabajadores no necesitan un jefe difícil, indiferente o tirano, al contrario, lo que esperan es encontrarse con alguien amable, servicial, preocupado, cuidadoso y compasivo. Debe ser ante todo compañero y tratar a los trabajadores no como un superior, sino como iguales.

Los profesionales que tienen un superior solidario y generoso son más felices, adquieren un mayor compromiso hacia la empresa y tienen un mayor rendimiento.

Por este motivo, el apoyo y la comprensión son las cualidades más importantes para el 16% de los entrevistados, 768. Ambas denotan humanidad y empatía, aptitudes emocionales primordiales que debe tener un buen líder.

Reconocimiento

Los trabajadores necesitan una “palmadita en la espalda” de vez en cuando y más cuando se han implicado de forma especial en cualquier proyecto o tarea laboral. Los empleados que no se sienten reconocidos o que por el contrario, se sienten directamente menospreciados, tienen el doble de posibilidades de renunciar en un corto periodo de tiempo a su puesto de trabajo.

Para el 13%, 624, un buen jefe debe encontrar el momento de reconocer y valorar el trabajo de cada empleado, ya sea en público o privado. Según informes complementarios, el reconocimiento profesional se traduce en mayor motivación e implicación laboral por parte del trabajador.

Decisión

Al igual que un superior tiene que ser humano ante todo, también tiene que ser capaz de tomar decisiones en un corto periodo de tiempo. Un carácter resolutivo y determinante es propio de un buen líder y en ningún momento puede estancarse en un análisis permanente de la situación.

Es fundamental tener presente que no solo es importante tomar decisiones, sino que existen tiempos y formas de tomarlas.

El 10% de la muestra, 480, nos confirma que la profesionalidad y la competencia de un buen jefe se interpreta a través de la rapidez y convicción con las que toma las decisiones y mantiene la organización en marcha.

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