El 23 de agosto es un día señalado en la historia de la tecnología y la comunicación, ya que se conmemora el Día del Internauta. Esta fecha rememora la apertura del primer sitio web al público general en 1991, un evento que revolucionó la forma en que el mundo se conecta y comparte información.
El origen de esta celebración se remonta al 6 de agosto de 1991, cuando Tim Berners-Lee, un físico del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), lanzó la primera página web. Sin embargo, en ese momento el acceso estaba restringido a los miembros del CERN. No fue sino hasta el 23 de agosto de ese mismo año cuando la web se hizo accesible para todo el público, marcando el inicio de una nueva era en la comunicación digital.
El CERN, ubicado en Ginebra, Suiza, es conocido por su papel en la física de partículas, pero también por ser el lugar donde nació la World Wide Web. La institución permitió que su innovación se expandiera más allá de sus muros, sentando las bases para la internet moderna. La primera página web, que aún está disponible para su visita en https://info.cern.ch, ofrecía información sobre el proyecto de la web y cómo podría ser utilizada para compartir información a nivel global.
Durante los años 90, internet empezó a ganar popularidad rápidamente, con el desarrollo de navegadores y buscadores que facilitaron su uso. A medida que la web se expandía, los navegadores como Netscape Navigator y Internet Explorer se convirtieron en herramientas esenciales para los usuarios, mientras que los buscadores como Yahoo! y AltaVista ayudaron a organizar y acceder a la creciente cantidad de información disponible.
En 2024, el panorama de internet ha cambiado drásticamente, con navegadores como Google Chrome, Mozilla Firefox y Microsoft Edge dominando el mercado. Los buscadores, liderados por Google, Bing y DuckDuckGo, han evolucionado para ofrecer resultados más precisos y personalizados.
El Día del Internauta es un recordatorio de los avances que hemos logrado en la era digital y una celebración de la accesibilidad global que la web ha facilitado. Desde sus humildes comienzos en el CERN hasta su omnipresencia actual, internet sigue transformando la manera en que interactuamos, aprendemos y compartimos información en el siglo XXI.