Siempre he sentido cierta envidia por la educación que se imparte en muchos de los países del centro y norte de Europa. No solo porque salgan siempre los primeros en los informes Pisa, o porque hablen más lenguas de las que jamás un español podría imaginarse hacer, sino porque son capaces de que la enseñanza se actualice con la sociedad. Siempre son los primeros en innovar, y sobre todo por apostar por los mejores para que sean maestros. Quizás por estos motivos, ahora desde Alemania nos llega una noticia, para el Mediterráneo quizás insólita: enseñar a usar las redes sociales de forma segura en las aulas.
Evidentemente, creo que si lo planteásemos aquí tal y como lo han hecho ellos allí, el primer gran grito sería ¿mi hijo aprende a usar Facebook en la escuela? ¿Para eso lo mando? Pero bueno, no somos los únicos. En la mayoría del resto de países del Mediterráneo, la actitud ante Facebook es la misma, bloqueándolos en las redes de internet de las universidades e incluso en los puestos de trabajo. Todo eso será hasta que descubramos que el potencial de Facebook va mucho más allá del entretenimiento.
