El gobierno de Australia ha revelado un problema crítico en su plan para prohibir el acceso a redes sociales a menores de 16 años: el software de estimación de edad basado en selfies no es lo suficientemente preciso. A partir del 10 de diciembre de 2025, plataformas como TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat, X y YouTube estarán obligadas a bloquear la creación de nuevas cuentas y el acceso de usuarios menores de esa edad.
La medida, que busca proteger a los adolescentes, exige que quienes tengan 16 años o más verifiquen su identidad para mantener el acceso. Sin embargo, un informe encargado por el propio Ejecutivo advierte que la tecnología elegida para verificar la edad presenta niveles de inexactitud preocupantes, lo que podría provocar bloqueos injustos a usuarios que sí cumplen con los requisitos legales.
Un sistema que falla en el umbral crítico de los 16 años
El software de reconocimiento facial prometía ser rápido, privado y eficiente. No obstante, los resultados muestran una fuerte zona gris de incertidumbre en los grupos más cercanos al límite de edad.
- Los jóvenes de 16 años tienen un 8,5 % de probabilidades de ser identificados erróneamente como menores.
- La tasa de error aumenta en ciertos perfiles demográficos: adolescentes femeninas, personas no caucásicas y adultos mayores.
- Para usuarios de más de 19 años, el sistema funcionó con mayor fiabilidad, pero dentro de los tres años previos o posteriores al umbral legal, la herramienta pierde gran parte de su precisión.
Esto significa que miles de jóvenes con la edad legal para acceder a estas plataformas podrían ser rechazados automáticamente, viéndose obligados a entregar documentos oficiales o recurrir al consentimiento parental, lo que añade fricción e incluso riesgo de exclusión digital.
Una normativa con sanciones millonarias
La ley australiana obliga a todas las plataformas consideradas “redes sociales restringidas por edad” a demostrar que aplican medidas efectivas de verificación. En caso de incumplimiento, las compañías podrían enfrentarse a multas de hasta 27 millones de euros.
Este marco regulatorio busca frenar el acceso de menores a entornos digitales considerados de alto riesgo para la salud mental y la seguridad infantil. Sin embargo, la falta de tiempo para probar y calibrar adecuadamente la tecnología amenaza con debilitar el propio objetivo de la norma.
Los plazos, el talón de Aquiles de la implementación
Expertos en ciberseguridad y protección de datos señalan que el problema no está únicamente en la herramienta, sino en los plazos ajustados con los que se ha impulsado la normativa.
“Estamos hablando de una política que entra en vigor en tres meses y la tecnología aún no alcanza niveles aceptables de fiabilidad”, señalan investigadores independientes consultados por medios locales.
La ministra de Comunicaciones, Anika Wells, admitió que no existe un sistema de verificación universalmente perfecto, aunque defendió la necesidad de avanzar con medidas urgentes para proteger a los menores.
Alternativas internacionales: del crédito al consentimiento
Mientras Australia se enfrenta a estas dificultades, otros países han optado por mecanismos diferentes.
- Reino Unido: la plataforma de videojuegos Steam pedirá tarjeta de crédito como método de verificación para el acceso a títulos restringidos. Como la legislación británica impide tener tarjeta de crédito antes de los 18 años, se evita así que los menores accedan a contenido adulto.
- Unión Europea: algunos estados miembros exploran el uso de sistemas de identidad digital (eID) vinculados al marco eIDAS, con controles reforzados de privacidad.
Los especialistas insisten en que estas alternativas, aunque más burocráticas, ofrecen mayor fiabilidad que el reconocimiento facial, especialmente en entornos donde un 8,5 % de error puede traducirse en miles de usuarios afectados.
Un debate que apenas comienza
El caso australiano refleja un dilema global: ¿cómo garantizar un acceso seguro a los menores en la era digital sin vulnerar la privacidad ni generar exclusiones injustas?
La inexactitud del software de estimación de edad plantea preguntas urgentes sobre la viabilidad de estas políticas. Si la tecnología no mejora en los próximos meses, la prohibición podría convertirse en un escenario caótico, con jóvenes legítimos bloqueados y empresas tecnológicas sometidas a sanciones millonarias.
Lo que parecía una solución rápida para un problema social complejo corre el riesgo de transformarse en un nuevo frente de debate sobre derechos digitales, privacidad y la eficacia real de las políticas públicas en la era de la inteligencia artificial.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué ocurrirá el 10 de diciembre en Australia?
Los menores de 16 años tendrán prohibido acceder a redes sociales como TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat, X y YouTube. Los usuarios de 16 años o más deberán verificar su identidad.
¿Por qué es problemático el software de estimación de edad?
Porque tiene una tasa de error del 8,5 % en jóvenes de 16 años, y su fiabilidad baja en ciertos grupos demográficos, lo que puede bloquear a usuarios legítimos.
¿Qué sanciones enfrentan las plataformas que no cumplan?
Hasta 27 millones de euros en multas si no demuestran medidas de verificación efectivas.
¿Existen alternativas más seguras?
Sí. Algunos países recurren a tarjetas de crédito (Reino Unido) o sistemas de identidad digital regulados (Unión Europea), considerados más fiables y menos discriminatorios que la estimación por selfies.
vía: Reuters y elchapuzasinformatico