ChatGPT se ha convertido en una herramienta cotidiana para millones de personas, utilizada tanto para resolver dudas como para generar textos, programar o gestionar tareas profesionales. Pero detrás de su aparente neutralidad técnica, existe una función poco conocida que podría estar utilizando tus conversaciones para seguir entrenando a la inteligencia artificial, salvo que tú decidas lo contrario.

Esta opción, denominada “Mejorar el modelo para todos”, está activada por defecto en todas las cuentas y permite que OpenAI use los datos que introduces —preguntas, textos, incluso archivos— para mejorar el comportamiento de su sistema.

¿Qué significa esto en la práctica?

Significa que, a menos que la desactives manualmente, todo lo que escribes podría ser analizado, almacenado y utilizado como parte del entrenamiento de futuros modelos de IA. Si bien OpenAI asegura que toma medidas para proteger la identidad de los usuarios, no deja de ser una cesión de contenido potencialmente sensible que no todos los usuarios conocen o consienten de forma explícita.

Este comportamiento es legal, pero plantea dudas éticas y de transparencia, especialmente en un contexto donde cada vez más personas utilizan esta tecnología para tratar información laboral, personal o profesional.

Cómo desactivar el uso de tus datos en el entrenamiento de modelos

Para evitar que tus interacciones con ChatGPT se utilicen como parte del entrenamiento, sigue estos pasos:

  1. Inicia sesión en tu cuenta de ChatGPT.
  2. Haz clic en tu foto de perfil (esquina superior derecha) y selecciona Configuración.
  3. Accede a la sección Controles de datos.
  4. Busca la opción “Mejorar el modelo para todos” y desactívala.
chatgpt mejorar modelo para todos
Screenshot

Una vez hecho esto, OpenAI dejará de utilizar tu contenido para entrenar sus modelos, aunque seguirá recogiendo datos básicos por razones técnicas y legales.

¿Qué datos sigue recopilando ChatGPT?

Incluso si desactivas esta función, OpenAI seguirá procesando cierta información para mantener el funcionamiento del sistema y cumplir con normativas:

  • Información de cuenta: nombre, email, método de pago (si tienes suscripción).
  • Datos de uso: funciones utilizadas, frecuencia de uso, número de mensajes.
  • Datos técnicos: IP, navegador, sistema operativo, idioma y localización general.
  • Metadatos: duración de las sesiones, longitud de los mensajes, patrones de interacción.
  • Cumplimiento legal: datos conservados para cumplir con normativas como el RGPD o para responder a requerimientos judiciales.

¿Por qué importa esto?

Porque el uso de la inteligencia artificial no puede desligarse de la privacidad de los usuarios. ChatGPT, como otras herramientas similares, plantea nuevos escenarios donde la comodidad tecnológica y el respeto por los datos personales pueden entrar en conflicto.

Cada vez más usuarios, empresas y profesionales utilizan ChatGPT como asistente para tareas sensibles: generación de informes médicos, redacción de contratos, asistencia legal, planificación financiera. En estos contextos, compartir contenido sin control puede suponer un riesgo real para la confidencialidad.

Conclusión

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, pero eso no significa renunciar a nuestra privacidad. Ajustar las configuraciones, conocer cómo se usan nuestros datos y adoptar una actitud crítica ante los servicios digitales es clave para usar estas herramientas de forma segura, ética y responsable.

Si todavía no lo has hecho, revisa ya tus ajustes de ChatGPT y asegúrate de que la opción de uso de tus datos para entrenamiento esté desactivada —si así lo deseas—. Porque cuando se trata de privacidad, no basta con confiar: hay que comprobar.

Fuente: noticias inteligencia artificial

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