Matthew Prince, CEO de Cloudflare, advierte que el auge de la Inteligencia Artificial generativa y las búsquedas sin clic están desmantelando el modelo económico que ha sostenido a los creadores de contenido durante más de 15 años. “Sin una respuesta urgente, la web abierta no sobrevivirá”, sostiene.

La web tal como la conocíamos, construida sobre hipervínculos, visitas y monetización publicitaria, se encuentra bajo una presión sin precedentes. Matthew Prince, cofundador y CEO de Cloudflare, lanzó una seria advertencia durante su participación en el ciclo Bernard L. Schwartz del Council on Foreign Relations: la transformación de la red hacia un “Internet sin clics”, impulsada por la Inteligencia Artificial y el control de las grandes plataformas, está vaciando de valor la web abierta.

El ascenso del Zero-Click Internet

Este nuevo paradigma, conocido como Zero-Click Internet, describe un fenómeno cada vez más común: los usuarios obtienen respuestas directamente desde motores de búsqueda o redes sociales sin necesidad de abandonar esas plataformas. Google ahora responde la mayoría de las consultas directamente en su página principal, mientras que redes como Facebook, Instagram o TikTok penalizan los enlaces salientes, favoreciendo que el contenido se consuma sin abandonar su ecosistema.

“Hoy, el 75 % de las búsquedas en Google se resuelven sin salir del buscador”, afirmó Prince.

Esta dinámica pone en peligro la sostenibilidad de millones de sitios que dependen del tráfico web para monetizar su contenido a través de publicidad, suscripciones o conversiones.

De cada dos clics… a uno de cada seis (o menos)

Prince contextualizó el fenómeno con una evolución preocupante: hace una década, por cada dos páginas indexadas por Google, los sitios web recibían una visita. Hoy, el ratio es de seis páginas por visita, y en el caso de los modelos de lenguaje como los de OpenAI o Anthropic, ese número se dispara a 250:1 o incluso 6.000:1.

“El contenido se utiliza para generar respuestas, pero los creadores no reciben nada a cambio. Eso es insostenible”, remarcó el CEO de Cloudflare.

La IA agrava el colapso del modelo económico

La irrupción de los grandes modelos de lenguaje (LLM) ha acelerado el problema. Las respuestas generadas por IA, alimentadas por contenido indexado y entrenado sin autorización expresa, privan a los autores originales de cualquier retorno de tráfico o visibilidad.

Esto supone un cambio de paradigma en la “relación de valor” que ha sostenido internet durante años. Prince lo resume con claridad: “Antes, los creadores producían contenido que Google indexaba, y a cambio, Google les enviaba visitas. Ahora ese vínculo está roto”.

Una amenaza directa a la pluralidad y la innovación

El impacto no es solo económico. Si los blogs, medios independientes, foros técnicos y páginas especializadas no reciben tráfico, dejarán de publicar. La diversidad de voces, la especialización de nichos y la innovación editorial estarán en peligro.

En paralelo, los usuarios recibirán cada vez más respuestas generadas por IA, que si bien pueden ser rápidas y convenientes, corren el riesgo de estar descontextualizadas, malinterpretadas o ser simplemente incorrectas, al no tener trazabilidad hacia la fuente original.

“El modelo de la web abierta no sobrevivirá si los creadores no reciben visibilidad ni retorno económico. Sam Altman lo entiende, pero no puede ser el único en pagar por contenido”, advierte Prince.

Las grandes plataformas, en el centro del problema

Prince también apuntó a Google y a los gigantes tecnológicos como actores clave en esta transformación. Ante la caída de clics, Google ha aumentado el número de anuncios y se apoya ahora en los llamados AI Overviews, bloques de respuestas generadas por IA que ocupan los primeros resultados y desplazan aún más a las webs de contenido.

El resultado es doblemente perjudicial: menos visitas para los creadores y peor experiencia para los usuarios, que encuentran más barreras para acceder al contenido original.

¿Y las redes sociales? Más de lo mismo

El bloqueo a enlaces externos no es exclusivo de los buscadores. Redes como TikTok, Instagram y X (Twitter) favorecen el contenido interno y penalizan cualquier intento de sacar al usuario de la plataforma, cerrando aún más el círculo de visibilidad. El incentivo es claro: retener al usuario dentro del ecosistema para maximizar ingresos publicitarios propios.

Cloudflare en el centro del debate

Cloudflare, que gestiona el tráfico de entre el 20 % y el 30 % de internet, y presta servicios al 80 % de las empresas emergentes de IA, ocupa una posición estratégica para detectar estos cambios. Por ello, Prince afirmó que su empresa está estudiando formas de reequilibrar este ecosistema, sin entrar en detalles concretos.

Un internet fragmentado y cada vez más desigual

Más allá del aspecto económico, Prince alertó sobre un fenómeno creciente: la fragmentación de la red. Países como China, Rusia, India o Brasil están avanzando hacia modelos de control estatal de internet que exigen licencias previas para publicar o filtrar contenidos a nivel nacional, rompiendo con la idea de una red global, abierta y descentralizada.

“El internet global está en riesgo. Es un mal momento para ser globalista”, lamentó Prince.

¿Cómo salvar la web?

El CEO de Cloudflare no solo expone el problema, también plantea la necesidad urgente de construir un nuevo modelo de valor que reconozca el esfuerzo de quienes producen contenido. Esto podría implicar pagar por el uso de datos en el entrenamiento de IA, crear estándares de trazabilidad, o nuevas formas de redistribución del tráfico.

Pero, como advierte, el tiempo apremia: si los creadores desaparecen, la calidad de la información que nutre a la IA también se deteriorará, entrando en un círculo vicioso de desinformación, pérdida de diversidad y empobrecimiento cultural.


Cloudflare CEO and Cofounder Matthew Prince on New AI Models, Cybersecurity, and Emerging Tech

La web abierta, descentralizada y accesible que ha definido las últimas dos décadas está siendo erosionada por un modelo en el que los clics, la visibilidad y el retorno económico se desvanecen. Si no se actúa a tiempo, podríamos asistir al fin del internet como espacio democrático de creación y descubrimiento. La advertencia está hecha. Ahora, el desafío es colectivo.

vía: CFR y SEOcretos

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