Las redes sociales pueden arruinar tu vida para siempre. Un estado que publicamos, una foto, cualquier cosa que compartimos puede ser utilizada para chantajearnos si no tenemos cuidado, o quizás el mensaje que damos cae mal y no podemos recuperar las riendas de nuestras vidas debido al rechazo social. Hoy te mostramos algunos casos de personas que arruinaron sus vidas en las redes sociales.
Justine Sacco, la chica racista
Justine Sacco, una muchacha estadounidense, tenía todo lo que una joven puede pedir. Un excelente salario y un puesto en la prestigiosa compañía IAC. Sin embargo las redes sociales se convirtieron en la puerta al fracaso. Durante un viaje a África subió un comentario a su cuenta de Twitter:
“Voy a África. Espero no contraer SIDA. Bromeo, soy blanca”
Buzzfeed capturó el comentario al instante y lo viralizó. El hashtag #HasJustineLandedYet se se volvió trending topic y cuando el avión aterrizó la mujer ya estaba envuelta en la polémica. Rápidamente borró su cuenta de Twitter y pidió disculpas pero no fue suficiente. Justine fue despedida y debió soportar el bochorno mediático de sus palabras discriminadoras.
La bromista de American Airlines
Sarah es una niña holandesa que no tuvo mejor idea que bromear en Twitter con la empresa de líneas aéreas American Airlines. Tuitéo cosas como:
“Soy Ibrahim, soy de Afganistán, y el 1 de junio les haré algo grande”
La compañía no tardó en contestarle que se tomaban muy en serio las amenazas. Rastrearon la dirección IP y la niña fue detenida. La niña solamente supo decir que quería ser famosa como Devi Lovato, no como Osama Bin Laden. Si bien pasó un mal trago, ahora Sarah tiene más seguidores que nunca así que quizás sea uno de esos casos donde el bochorno y la exposición no dejan alguna ventaja.