En un mundo saturado de notificaciones, correos urgentes, mensajes instantáneos y redes sociales omnipresentes, desconectar no es tan sencillo como apagar el móvil. Porque en realidad, la mayoría no lo apaga. Ni siquiera lo deja en silencio. Lo lleva encima “por si acaso” y acaba atrapado —una vez más— en el scroll infinito.
Ricardo Tayar, CEO y fundador de Flat 101, ha compartido en LinkedIn un hábito que lleva años practicando y que representa una llamada a la cordura tecnológica: el uso de un “teléfono de vacaciones”. No se trata de ningún gadget moderno ni de un dispositivo minimalista de moda. Es un móvil de hace cinco años, sin apps, sin redes sociales, sin correo electrónico, sin WhatsApp, sin Telegram… Solo llamadas, fotos y nada más.
Un hábito simple con un impacto profundo
El planteamiento de Tayar no es radical ni aislacionista. No propone una desconexión absoluta ni demoniza la tecnología. De hecho, sigue escribiendo en redes y compartiendo contenido, porque le gusta. Pero sí ha encontrado un equilibrio personal, una forma de disfrutar del tiempo libre sin el ruido constante del mundo digital.
Durante sus vacaciones, usa ese móvil antiguo cuando va al mar, a caminar por la montaña o por si necesita llamar al 112. Guarda solo los contactos de su familia y, en la mayoría de salidas, simplemente no lleva teléfono.
El resultado es, según sus propias palabras, una forma más genuina de disfrutar de lo sencillo, de lo cotidiano, de lo real.
“El verdadero reto en la vida personal de cada persona es alcanzar ese equilibrio en que puedes beneficiarte de las posibilidades de la tecnología moderna pero sin que ella te robe la atención, la paz, la calidad de determinados momentos.”
— Ricardo Tayar
Tecnología con propósito, no por defecto
Lo interesante de este enfoque es que no requiere grandes esfuerzos ni inversiones. Solo voluntad de romper la rutina digital y repensar el uso de la tecnología desde una lógica más saludable.
El “teléfono de vacaciones” de Tayar no es solo un dispositivo: es un símbolo. Una declaración de intenciones que invita a recuperar la atención plena, a dejar de reaccionar ante cada alerta del móvil y a redescubrir la lectura pausada, las conversaciones sin interrupciones y el placer de cocinar sin prisa.
No es una idea solo válida para CEOs, emprendedores o perfiles digitales. Es válida para cualquiera que sienta que el móvil se ha convertido en una extensión invasiva de su día a día.
Una lección de minimalismo tecnológico
Más allá del dispositivo, lo que Tayar propone es una rutina de verano transformadora: lectura y escritura en papel, dormir sin despertador, salir en moto sin GPS, encuentros con amigos sin hora de cierre. Y, por supuesto, ese teléfono que solo se usa para lo esencial.
En un contexto donde cada nueva app promete facilitar la vida pero la llena de distracciones, este tipo de gesto —humilde, práctico, replicable— se convierte en una poderosa herramienta de salud mental.
¿Y si este verano probamos también?
No hace falta tirar el smartphone ni mudarse a una cabaña. Bastaría con recuperar ese viejo móvil que aún funciona, ponerle una SIM básica y decidir, con intención, cuándo queremos realmente estar disponibles… y cuándo no.
No es una desconexión tecnológica. Es una reconexión humana.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué es un “teléfono de vacaciones”?
Es un móvil sencillo, sin apps, redes sociales ni servicios de mensajería, utilizado durante los periodos de descanso para reducir la dependencia digital y mejorar la calidad del tiempo libre.
¿Qué beneficios tiene usar un teléfono sin apps?
Menos distracciones, más foco, reducción del estrés y una mayor capacidad para disfrutar del entorno, las relaciones personales y las actividades offline.
¿Se puede aplicar esta idea durante el resto del año?
Sí. Muchos usuarios adoptan este tipo de dispositivos también los fines de semana, en momentos de descanso o incluso como su teléfono principal en ciertas etapas.
¿Qué tipo de móvil se recomienda como “teléfono de vacaciones”?
Cualquier teléfono antiguo, funcional, sin sistema operativo moderno o que permita limitar funciones al mínimo. Puede ser un smartphone sin apps o un “feature phone” básico.