Ghosting, auto corrector o liarla ‘stalkeando’: los miedos de la generación Z

Halloween se ha convertido en una fiesta a nivel mundial. Es el día adecuado para vestirse de la forma más terrorífica y pasar un rato divertido con amigos y familiares. Pero como ocurre con todas las cosas, los temores de las nuevas generaciones cambian, incluso se digitalizan. Debido a esto, desde Telepizza han querido recopilas los nuevos temores a los que se tienen que hacer frente las nuevas generaciones.

Liarla parda por WhatsApp

aunque es un invento que nos ha facilitado la vida, también nos la ha complicado en muchos momentos. Los líos de esta app son peores que los pasajes del terror, oscuros y muchas veces sin salida. Llamar sin querer a alguien, mandar un sticker “atrevido” por el grupo de familia o borrar un mensaje solo para ti cuando lo has enviado equivocadamente, son algunas de las pifiadas más apocalípticas.

Que tu madre se haga tiktoker

a pesar de que es la red social por excelencia para los jóvenes, la generación del Baby Boom también ha encontrado su hueco disfrutando de los videos más aleatorios. La aplicación es muy divertida hasta que deslizando hacia arriba te encuentras un vídeo de tu madre, y para tu sorpresa se ha hecho viral. Lo cierto es que los padres tiktokers están de moda y eso, da mucho miedo.

Dar “Me gusta” stalkeando

sabemos que cotillear es el deporte nacional de este país y con la llegada de Instagram los detectives frustrados tienen todo en sus manos para averiguar hasta el grupo sanguíneo de la “victima”.Sin embargo, un me gusta desacertado husmeando a tu crush o a la ex de tu novio hace real tu pesadilla más horrible, preferirás que te persiga el peor de los monstruos. Y ya, si el autor del delito ha sido tu madre ampliando esa foto que le estabas ensañando… te quieres morir.

Auto corrector

“gracias”al teclado predictivo hemos escrito, en muchas ocasiones, auténticas barbaridades. Aunque el uso urgente y veloz de esta herramienta nos ha dejado anécdotas muy divertidas, en ese momento preferiríamos volver a la paloma mensajera. No ejemplificaremos para no dañar sensibilidades, pero mejor que el destinatario no sea tu profesor, jefe o familiar, de lo contrario querrás desaparecer de este mundo.

El Ghosting

hay algo que da mucho más miedo que los fantasmas, las brujas o los payasos, el “visto” de WhatsApp. Algo que si fuera un disfraz se llevaría el premio al más terrorífico. Aunque admitámoslo, todos los hemos hecho.

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