En 2001, la llegada de la consola Xbox marcó una nueva era en la industria de los videojuegos, que hasta entonces había sido dominada principalmente por las consolas de origen japonés. Empresas icónicas como Sega, Nintendo y Sony eran bien conocidas por cualquier aficionado al mundo de los videojuegos. A lo largo del tiempo, Xbox logró establecerse como una fuerza significativa al lado de estos gigantes pioneros.
La influencia de Japón en la industria sigue siendo fuerte, con títulos emblemáticos y franquicias como Final Fantasy y Ninja Gaiden, que continúan evidenciando el legado japonés en el ámbito gamer. En este contexto, Xbox ha estado trabajando en estrecha colaboración con desarrolladoras japonesas durante años, facilitando la llegada de estas experiencias únicas a audiencias más diversas a nivel internacional.
Los desarrolladores japoneses siguen innovando con experiencias de juego vibrantes, adaptándose a las cambiantes preferencias de los jugadores respecto a cómo interactúan con los videojuegos. La evolución de las plataformas, desde consolas y PCs tradicionales hasta el juego en la nube y los dispositivos portátiles más recientes, es una clara indicación de este desarrollo continuo.
Se espera que en eventos destacados como el Tokyo Game Show se anuncien nuevos títulos de estos desarrolladores, continuando así la expansión de las ofertas para los entusiastas de los videojuegos en todo el mundo. Estos anuncios serán una muestra más del impacto de la colaboración entre Xbox y las desarrolladoras japonesas, prometiendo seguir enriqueciendo el catálogo global de videojuegos.