En un reciente encuentro con profesionales del sector tecnológico, se evidenció una preocupante falta de preparación en materia de planificación patrimonial. De más de cincuenta asistentes, solo ocho admitieron tener un plan de herencia. Este hallazgo resalta un potencial problema financiero, considerando que la generación de los baby boomers posee el 72% de los activos en los hogares estadounidenses, lo que equivale a 84 billones de dólares que se transferirán a nuevas generaciones para 2045. Sorprendentemente, dos de cada tres estadounidenses no tienen ni siquiera un testamento.

La planificación patrimonial, pese a su importancia, se ha hecho cada vez más compleja. Investigaciones de Wealth.com muestran que hay una gran oportunidad tanto en el mercado de individuos con recursos medios como en las instituciones financieras que atienden a personas con alto patrimonio neto. A menudo, aunque dichos clientes tienen planes, los documentos están desactualizados y son difíciles de interpretar, lo cual complica el trabajo de los asesores financieros.

La inteligencia artificial emerge como una posible solución para optimizar este proceso. No obstante, el reto es significativo: las herramientas actuales de IA enfrentan problemas con la extracción de datos de documentos antiguos y complejos, como formularios fiscales y planes de herencia.

Una innovación destacada es Esther, una IA diseñada para la planificación patrimonial, que permite a los usuarios cargar documentos en PDF y extraer disposiciones clave, representando la información de forma clara. Sin embargo, los modelos actuales deben superar obstáculos, como la dificultad para extraer texto de imágenes y una limitada comprensión en el ámbito legal y financiero.

Además, la seguridad de datos y la privacidad son aspectos fundamentales. La IA debe integrarse con múltiples capas de validación y expertos en el campo para manejar la información sensible de manera responsable y evitar la práctica no autorizada de la ley.

El futuro de la planificación patrimonial podría cambiar drásticamente, con agentes de IA especializados que faciliten procesos antes costosos y tediosos. Actualizar un plan patrimonial podría pasar de ser un trámite de meses a un procedimiento automatizado y eficiente.

A medida que nos acercamos a esta enorme transferencia de riqueza, es crucial tener herramientas tecnológicas que aseguren precisión y seguridad. La IA tiene el potencial de transformar la planificación patrimonial, haciéndola accesible y efectiva, siempre y cuando se desarrolle adecuadamente. Con el enfoque correcto, podríamos convertir el desafío monumental de manejar 84 billones de dólares en una oportunidad sin precedentes.

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