Una nueva propuesta legislativa podría permitir escanear los mensajes privados de todos los ciudadanos europeos, incluso los cifrados. La medida, impulsada en nombre de la protección infantil, genera preocupación por su posible semejanza con los sistemas de control digital aplicados en regímenes autoritarios.
La Unión Europea podría dar un giro drástico en su enfoque sobre la privacidad digital. El próximo 14 de octubre de 2025 se someterá a votación una legislación que permitiría el escaneo automático de todos los mensajes privados enviados por los usuarios de plataformas de mensajería, aunque estos estén cifrados de extremo a extremo. Esta iniciativa, conocida como “Chat Control”, forma parte del reglamento sobre abuso sexual infantil (CSAR) y ha sido reactivada bajo la presidencia danesa del Consejo de la UE.
Una medida que afecta a todas las plataformas de mensajería
De aprobarse, esta legislación obligaría a aplicaciones como WhatsApp, Telegram, Signal o iMessage a integrar mecanismos de análisis en los propios dispositivos de los usuarios, mediante un sistema llamado client-side scanning. Esta técnica consiste en examinar los mensajes localmente antes de que sean cifrados, lo que compromete la confidencialidad garantizada por el cifrado de extremo a extremo.
El objetivo declarado es identificar y frenar la difusión de material de abuso infantil. Sin embargo, los mecanismos automáticos plantean serios riesgos: tasas elevadas de falsos positivos, acceso potencial no autorizado a conversaciones privadas y una puerta abierta a futuras formas de control sobre la información digital.
El debate sobre privacidad frente a seguridad
La propuesta ha sido objeto de amplio debate dentro de las instituciones europeas. Algunos países que anteriormente se oponían al texto ahora muestran posturas ambiguas, lo que podría inclinar la balanza hacia su aprobación. Uno de los factores clave es la posición de Alemania, aún sin definir oficialmente. Si se logra la mayoría cualificada, la normativa podría entrar en vigor en 2026.

Más allá del objetivo de proteger a los menores, el texto plantea implicaciones profundas sobre la libertad de expresión, el derecho a la privacidad y la integridad de las comunicaciones digitales. Al obligar a las empresas tecnológicas a implantar sistemas de escaneo, se modifica de raíz el principio de neutralidad tecnológica sobre el que se ha basado el ecosistema digital europeo.
¿Un modelo europeo inspirado en China?
Las similitudes con el modelo chino de control digital son evidentes. A continuación, se muestra una tabla comparativa entre el sistema propuesto en la UE y el marco de vigilancia estatal que ya opera en China:
Característica | Propuesta en la UE (Chat Control) | Modelo de China |
---|---|---|
Escaneo de mensajes cifrados | Previsto mediante client-side scanning | Escaneo activo por parte del Estado |
Cifrado de extremo a extremo | Vulnerado por diseño | Debilitado o prohibido |
Identificación del usuario | Creciente uso obligatorio de DNI y biometría | Registro obligatorio con datos reales y reconocimiento facial |
Supervisión de contenidos | Automatizada, inicialmente para CSAM | Automatizada, extensiva y con censura política |
Acceso gubernamental a datos | Permitido bajo nuevas propuestas legislativas | Total y centralizado |
Restricción de VPNs | En debate | Prohibidas salvo autorización |
El enfoque europeo, si se aprueba esta normativa, abriría la posibilidad de replicar una arquitectura de control similar, donde los dispositivos de los ciudadanos se convierten en herramientas de supervisión constante.
Riesgos de errores, vigilancia injustificada y pérdida de confianza
Uno de los aspectos más controvertidos de la propuesta es la elevada tasa de errores de los sistemas automáticos. Estudios técnicos han documentado tasas de falsos positivos superiores al 70 %, lo que podría dar lugar a bloqueos, denuncias erróneas e investigaciones injustificadas a ciudadanos inocentes. Este escenario no solo afectaría a la privacidad, sino también a la seguridad jurídica y a la confianza en el entorno digital.
Además, la obligatoriedad del escaneo en todos los dispositivos podría obligar a las plataformas a modificar su arquitectura de seguridad, lo que debilitaría las defensas frente a ataques de terceros. La degradación del cifrado también impactaría en sectores clave como la banca, la salud o las comunicaciones empresariales.
Un punto de inflexión para la privacidad en Europa
La votación del 14 de octubre marcará un hito en la política digital de la Unión Europea. Hasta ahora, el bloque comunitario ha sido una referencia global en protección de datos gracias a normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Sin embargo, esta nueva legislación plantea una ruptura con ese enfoque y puede dar pie a una vigilancia masiva permanente de los ciudadanos.
Mientras tanto, crece la preocupación entre organizaciones, usuarios y desarrolladores sobre el futuro del cifrado, la libertad en Internet y los derechos digitales. Si se consolida este modelo de escaneo preventivo y obligatorio, Europa podría situarse en un terreno inexplorado, con riesgos éticos, legales y técnicos de gran alcance.
Conclusión:
El dilema está claro: proteger a los menores frente a contenidos ilegales o garantizar el derecho universal a la privacidad. Lo preocupante es que, en lugar de buscar soluciones equilibradas, se esté avanzando hacia un paradigma que, por sus características, se acerca peligrosamente al modelo de vigilancia estatal más restrictivo del mundo.
El desenlace está en manos de los Estados miembros. La decisión que se tome no solo afectará a los ciudadanos europeos, sino que puede sentar un precedente global sobre cómo los gobiernos tratan la privacidad en la era digital.
Referencia: Revista cloud