De seguro que la noticia de la que hablamos hoy no te extraña. El tema dio mucho que hablar en la red y es que el supuesto hackeo a Burguer King por parte de MacDonalds volvió a poner en entredicho no solo la seguridad de las redes sociales y de las marcas que se alojan en ellas, sino que además hizo repensar hasta que punto es perjudicial que a una marca le suceda esto, porque parece que al final Burguer King no solo no salió mal parada sino que además consiguió aumentar sus cifras de usuario simplemente por la bromita de la que supongo en MacDonalds se están arrepintiendo.
La captura es uno de los muchos ejemplos de formas en las que los de MacDonals se hicieron con el control del Twitter de Burguer King y comenzaron una dura polémica en redes sociales que generó incluso más rechazo por la práctica llevada a cabo por MacDonalds que por la propia de Burguer King que era en este caso la perjudicada.
Con esto quiero decir que aunque todas las empresas deberían preocuparse por mantener a salvo y bajo su control las cuentas, no siempre la competencia puede destruir de forma tramposa la imagen de marca de un solo golpe, sino que a veces, precisamente esas prácticas se dan la vuelta y acaban haciéndole daño al que las practica.
Si nos centramos en los datos, a Burguer King le ha venido como anillo al dedo el hackeo por parte de MacDonalds, y aunque la empresa de Ronald niega su parte implicada en el asunto, pocos son los que se creen las teorías de un falso hackeo provocado por la propia Burguer King para llamar la atención. Y en caso de que eso fuera lo que pasó, desde aquí misma más sinceros respetos al inventor de la campaña ¡Le salió de lujo!
Los beneficios de los hackeos en redes sociales: caso Burguer King
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