Mitigado el mayor ataque DDoS de la historia de Internet: 3,8 Tbps

Cloudflare, la empresa líder en CDN, servicios de seguridad y rendimiento web, ha anunciado haber mitigado con éxito el mayor ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) jamás registrado, alcanzando un pico de 3,8 terabits por segundo (Tbps). Este logro marca un hito en la historia de la ciberseguridad y subraya la creciente amenaza que representan los ataques DDoS a gran escala.

Una campaña de ataques sin precedentes

Desde principios de septiembre, los sistemas de protección contra DDoS de Cloudflare han estado combatiendo una intensa campaña de ataques hipervolumétricos a las capas 3 y 4. Durante este período de un mes, la compañía mitigó más de cien ataques DDoS, muchos de los cuales superaron los 2.000 millones de paquetes por segundo y los 3 Tbps.

El ataque récord de 3,8 Tbps duró 65 segundos y fue detectado y mitigado de forma totalmente autónoma por los sistemas de Cloudflare. Otro ataque notable alcanzó los 2.140 millones de paquetes por segundo durante 60 segundos. Estos números son asombrosos y reflejan la capacidad destructiva que pueden alcanzar los ataques DDoS modernos.

Objetivos y origen de los ataques

La campaña de ataques se dirigió principalmente a clientes de los sectores de servicios financieros, Internet y telecomunicaciones. Estos sectores son objetivos frecuentes debido a su importancia crítica en la infraestructura digital global y el potencial impacto económico de una interrupción del servicio.

Los ataques provenían de todo el mundo, con una mayor concentración en Vietnam, Rusia, Brasil, España y Estados Unidos. Esta distribución geográfica subraya la naturaleza global de las amenazas cibernéticas y la necesidad de soluciones de seguridad que puedan operar a escala internacional.

Según el análisis de Cloudflare, los ataques de alta velocidad de paquetes parecen originarse en diversos dispositivos comprometidos, como equipos MikroTik, DVR y servidores web. Por otro lado, los ataques de alta velocidad de bits probablemente se generaron desde una gran cantidad de enrutadores domésticos ASUS vulnerables. Este detalle resalta la importancia de la seguridad en el Internet de las Cosas (IoT) y cómo los dispositivos mal protegidos pueden ser utilizados como armas en ataques cibernéticos a gran escala.

Anatomía de un ataque DDoS

Para comprender la magnitud del logro de Cloudflare, es importante entender cómo funcionan los ataques DDoS. El objetivo principal de estos ataques es agotar los recursos necesarios para proporcionar un servicio, ya sea consumiendo el ancho de banda de la red o sobrecargando los ciclos de CPU de los servidores.

Los ataques de alta velocidad de paquetes buscan saturar la capacidad de procesamiento de los servidores, enviando una gran cantidad de paquetes pequeños que deben ser analizados y procesados. Por otro lado, los ataques de alto ancho de banda intentan inundar las conexiones de red con una cantidad masiva de datos, impidiendo que el tráfico legítimo llegue a su destino.

Los atacantes suelen utilizar redes de dispositivos comprometidos, conocidas como botnets, para generar el volumen de tráfico necesario para estos ataques. La diversidad y el número de dispositivos involucrados en esta campaña particular subrayan la sofisticación y los recursos a disposición de los ciberdelincuentes modernos.

Cómo Cloudflare logró mitigar los ataques

La capacidad de Cloudflare para manejar ataques de esta magnitud se debe a varios factores clave:

  1. Red Anycast global: Cloudflare utiliza una red Anycast que distribuye el tráfico de ataque entre múltiples centros de datos en todo el mundo. Esto significa que un ataque que podría abrumar a un solo servidor o centro de datos se diluye a través de una infraestructura global, reduciendo significativamente su impacto.
  2. Generación de firmas en tiempo real: Los sistemas de Cloudflare utilizan muestreo de tráfico y análisis heurístico para identificar y bloquear patrones de ataque en tiempo real. Esta capacidad de adaptación rápida es crucial para enfrentar ataques DDoS que pueden cambiar de táctica sobre la marcha.
  3. Tecnología avanzada: Cloudflare emplea XDP (eXpress Data Path) y eBPF (BPF ampliado) para procesar paquetes de manera eficiente a nivel de kernel. Estas tecnologías permiten a Cloudflare inspeccionar y descartar paquetes maliciosos con un mínimo impacto en el rendimiento del sistema.
  4. Sistemas autónomos: La detección y mitigación se realizan de forma automática en cada servidor, centro de datos y a nivel global. Esta arquitectura distribuida permite una respuesta rápida y coordinada a los ataques, sin necesidad de intervención manual.
  5. Capacidad de red: Cloudflare ha invertido en una infraestructura de red con un ancho de banda significativo, lo que le permite absorber grandes volúmenes de tráfico sin afectar el rendimiento de los servicios legítimos.

El componente clave: dosd

Un elemento crucial en la estrategia de mitigación de Cloudflare es su daemon de denegación de servicio (dosd). Este componente de software analiza muestras de tráfico en busca de atributos sospechosos que puedan indicar un ataque. Utiliza múltiples filtros y heurísticas para iniciar la mitigación cuando se detecta un patrón de ataque.

Una vez que dosd identifica un ataque, genera múltiples permutaciones de firmas para detectar patrones de tráfico malicioso. Luego, mediante un algoritmo de streaming, selecciona las firmas óptimas para mitigar el ataque y las implementa como reglas de bloqueo en tiempo real.

Implicaciones para la seguridad en Internet

Este ataque DDoS récord subraya la creciente sofisticación y escala de las amenazas cibernéticas actuales. También demuestra la importancia de contar con infraestructuras de seguridad robustas y escalables para proteger los servicios en línea críticos.

La capacidad de Cloudflare para mitigar ataques de esta magnitud tiene implicaciones significativas para la resiliencia de Internet en su conjunto. A medida que los ataques DDoS continúan creciendo en tamaño y complejidad, es crucial que las empresas y organizaciones adopten soluciones de seguridad capaces de hacer frente a estas amenazas.

Cloudflare enfatiza que sus clientes que utilizan servicios como el proxy inverso HTTP, Spectrum y Magic Transit están protegidos automáticamente contra este tipo de ataques. Sin embargo, advierte que otras propiedades de Internet no protegidas o con sistemas de seguridad menos avanzados podrían verse gravemente afectadas por ataques de esta magnitud.

El futuro de la seguridad DDoS

A medida que evolucionan las amenazas, también lo hacen las defensas. Cloudflare y otras empresas de seguridad continúan innovando en tecnologías de mitigación de DDoS. Algunas áreas de desarrollo incluyen:

  1. Inteligencia artificial y aprendizaje automático para mejorar la detección y respuesta a ataques.
  2. Expansión de la capacidad de red y mejora de los algoritmos de distribución de tráfico.
  3. Colaboración más estrecha entre proveedores de servicios de Internet y empresas de seguridad para detectar y mitigar ataques a nivel de red.
  4. Desarrollo de estándares y protocolos más seguros para reducir la vulnerabilidad de los dispositivos IoT.

Conclusión

La mitigación exitosa por parte de Cloudflare del mayor ataque DDoS registrado marca un hito importante en la lucha contra las ciberamenazas. Demuestra que, con la tecnología y la infraestructura adecuadas, es posible defenderse incluso contra los ataques más masivos y sofisticados.

Sin embargo, este logro también sirve como recordatorio de la constante evolución de las amenazas cibernéticas y la necesidad de una vigilancia continua. A medida que Internet se vuelve cada vez más central en nuestras vidas y economías, la importancia de una seguridad robusta y adaptable no puede ser subestimada.

Las empresas y organizaciones deben mantenerse alertas, invertir en soluciones de seguridad avanzadas y colaborar para crear un Internet más seguro y resistente para todos. Solo a través de esfuerzos colectivos y continuos podremos mantenernos un paso adelante de los ciberdelincuentes y garantizar la estabilidad y confiabilidad de nuestras infraestructuras digitales.

vía: Revista Cloud

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