La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha intensificado sus demandas hacia TikTok, instando a la popular plataforma de redes sociales a asumir responsabilidades financieras por los daños sufridos por usuarios al intentar replicar retos virales peligrosos. Este llamado a la acción surge tras un incidente reciente donde TikTok enfrentó una multa significativa de 10 millones de euros por parte de la Autoridad de Competencia de Italia debido a su inadecuada protección hacia los usuarios, particularmente niños y adolescentes, quienes han sufrido daños al participar en retos virales como el de la “cicatriz francesa”.
La OCU, junto con Altroconsumo y otras asociaciones europeas de consumidores, ha puesto en evidencia la falta de medidas efectivas por parte de TikTok para prevenir que menores de edad sean expuestos a contenidos perjudiciales. La legislación actual, incluyendo la Ley de Servicios Digitales (DSA), obliga a las grandes plataformas en línea a limitar los riesgos para los menores, un área donde TikTok ha mostrado deficiencias significativas según la OCU.
Además de las indemnizaciones a los usuarios afectados, la OCU exige a TikTok la implementación inmediata de medidas para detener la difusión de contenidos que puedan comprometer el bienestar físico y psicológico de los usuarios. La organización también solicita la mejora en la protección de los derechos de los menores y la creación de actividades educativas que promuevan un uso seguro y consciente de la plataforma.
La presión ejercida por la OCU destaca la influencia considerable que TikTok ejerce dentro de la Unión Europea, con más de 134 millones de usuarios activos mensualmente. Esta influencia conlleva una gran responsabilidad, subrayando la necesidad de que TikTok no solo cumpla con las normativas existentes sino que también tome un rol proactivo en la protección de sus usuarios, especialmente los más vulnerables.
Este caso resalta no solo los desafíos que enfrentan las plataformas digitales en la regulación de su contenido, sino también la creciente demanda de los consumidores y organismos reguladores para que estas empresas asuman una mayor responsabilidad sobre los efectos de sus servicios en el bienestar de los usuarios. La resolución de estas demandas podría marcar un precedente importante en cómo las redes sociales gestionan la seguridad y la salud de sus comunidades en el futuro.
vía: OCU
