Eso es lo que han descubierto en ABC. Resulta que cuando aceptamos las condiciones, sí, esa letra pequeña que nadie lee, aceptamos la siguiente claúsula:
«El usuario se reserva los derechos de cualquier contenido enviado, publicado o presentado a través de los servicios»
Y esto en palabras «normales» no significa otra cosa que Twitter puede hacer casi cualquier cosa con el contenido que enviamos a la red. Y ese contenido incluye también fotografías, por lo que vaya gracia que le hará a alguno de ellos que Twitter distribuya su obra sin darle ni un céntimo de euro por ello.
Las condiciones son claras: «al enviar, publicar o presentar cualquier contenido a través de estos servicios, el usuario otorga a Twitter licencia mundial, no exclusiva, libre de regalías (con derecho a la concesión de la licencia a terceros) para utilizar, copiar, reproducir, procesar, adaptar, modificar, publicar, transmitir, mostrar y distribuir dicho contenido por cualquier medio de comunicación o método de distribución (actual o desarrollado en un futuro)»
Así que, a partir de ahora a cuidarse de no publicar ningún contenido del que se quieran reclamar derechos de autor en la red social, y además a leer con calma lo que se firma/acepta, que a veces esconde consecuencias que ni siquiera conocemos.