Desde que hemos conocido a iBooks 2, la verdad es que como todo lo que rodea a Apple, las cosas se han revuelto en el mundo, en este caso de los libros digitales de texto, esos que usamos para ir a clases. Y es que si Apple considera que por ahí va la evolución, que de paso le viene bien a sus dispositivos, no ha sido la primera en darse cuenta del nicho de mercado. Es más, antes de que los de Cupertino apostasen por la idea, ya había en el mercado 3 alternativas para descargar libros de texto, que vamos a analizar a continuación. ¿Pensaban que solo estaba Apple?
Para empezar nos quedamos con Kno, un servicio en el que lo que más destaca sin duda es su gran catálogo digital de libros de texto, en el que podemos encontrar casi de todo, tanto para las clases habituales, como para los que prefieren hacer de autodidactas. El inconveniente más grande que tienen es el precio de los ejemplares que no son precisamente económicos, pero incluyen 15 días de prueba gratis, los cuales les recomiendo probar.
Chegg es quizás el que más convenga a los que no quieren acumular recursos si no quedarse con lo que realmente les interesa en los momentos concretos del estudio. Viene a ser algo como el alquiler de libros digitales, lo que supone un gasto mucho menor, y el libro permanece en nuestro poder solo el tiempo que hemos acordado.
Inkling es otra opción bastante interesante, sobre todo si somos de los que dentro de una misma asignatura usamos varios manuales, porque en este caso, y a diferencia de los demás, podemos comprar capítulos separados, vamos algo así como un iTunes de canciones sueltas en el mundo de los ebooks escolares, que reduce considerablemente el precio con respecto al volumen completo.