Actualmente, sobre todo en la parte occidental de Europa y en Asia, estamos sufriendo una pandemia del ya infame coronavirus. Esto está haciendo que tanto el gobierno, como las empresas tomen medidas, y muchos trabajadores se han visto en la obligación de teletrabajar. Aún así, no todo son malas noticias. Este modo de trabajar cuenta con múltiples ventajas frenete al empleo presencial. Por ejemplo, es una estupenda manera de conciliar vida profesional y personal, se reducen los costes para las empresas y sobre todo, aumenta la productividad.
Enan López, socio y CMO de la agencia White Rabbit, explica: “algunos de nuestros clientes ya han establecido planes de contingencia para permitir que sus trabajadores puedan teletrabajar y ayudar así a contener la expansión del coronavirus”. Y agrega: “las posibilidades que nos da la tecnología y las diferentes demandas de uso, nos permiten seguir adelante desde cualquier espacio y dispositivo”.
Las grandes empresas, como Telefónica, Banco Santander y BBVA, ya le han pedido a sus plantillas que trabajen desde casa, por lo menos hasta que las medidas en escuelas y universidades continúe vigente.
El networking, la herramienta perfecta
A lo largo de los últimos años, la oportunidad de trabajar desde casa ha ido creciendo gracias a la aparición de nuevas tecnologías y el networking. Actualmente existen infinidad de aplicaciones que permiten tener conferencias con varias personas, trabajar documentos online, compartir pantalla o enviar archivos de calidad.
“Existen herramientas como Google Suite, Microsoft Office 365, Dropbox, que nos permiten trabajar desde cualquier lugar del mundo, en tiempo real y de forma exitosa”, afirma López. “El teletrabajo es viable y sin necesidad de contratar proveedores externos. Los servicios en la nube y gratuitos posibilitan todos los procesos de trabajo de forma no sólo efectiva, sino también económica y productiva”, finaliza.
En este contexto, existen algunas claves que ayudan a que el teletrabajo genere igual o más productividad como si se realizara desde las oficinas de las empresas:
- Trabajar con aplicaciones digitales que permitan acotar la distancia entre las personas, como Skype, Hangouts u otros programas de videoconferencia y chats online.
- Utilizar herramientas colaborativas para evitar la comunicación y el trabajo solo por email. Google Drive, Microsoft Teams, Asana y Trello, el tablero de tareas compartido, son los grandes gestores de colaboración.
- Mantener el diálogo constante con el grupo de trabajo. De esta forma los procesos se volverán más ágiles y los resultados más positivos.
Una alternativa ante la crisis
Lo importante es encontrar soluciones prácticas ante las situaciones de crisis, sobre todo cuando afecta a los distintos sectores de cada país. El trabajo en equipo, aunque sea remoto, es la clave para gestionar los momentos de crisis de una forma razonable. Los desafíos suponen, entonces, pequeños cambios para adaptarse a la etapa de transición, manteniendo la confianza, la comunicación y, así también los resultados.
Digitalizarnos de forma correcta durante los momentos críticos, nos permite ser competitivos y eficientes. Podemos esperar que la crisis nos supere, o disponernos a vencerla, adaptándonos a los medios digitales, continuando con las gestiones diarias y dando lo mejor de cada equipo para salir adelante.