La conexión a Internet es uno de los elementos fundamentales hoy en día dentro del ámbito del hogar. No es para menos: la era digital domina todo lo que ocurre a nuestro alrededor, por lo que es esencial contar con una red online de alto rendimiento. Es irrelevante si la utilizamos para trabajar o como medio de ocio, en todos los casos toca llevar a cabo un análisis comercial en aras de encontrar las mejores tarifas del mercado. Con esto en mente, queremos darte unos cuantos consejos para que optimices al máximo la velocidad en tu casa sin que tu bolsillo se resienta por ello; adecuando así el marco tecnológico de la vivienda a la vanguardia del sector.
La importancia de los dispositivos
Las nuevas redes de telecomunicaciones e internet están diseñadas para dar respuesta a las capacidades de conectividad de los dispositivos más modernos. Por consiguiente, una de las primeras acciones que debes realizar, antes incluso de cambiar de proveedor, es actualizar tu smartphone. En este sentido, echar un vistazo a promociones como las de los moviles Yoigo se antoja todo un acierto.
Ten en cuenta que muchas compañías telefónicas lanzan periódicamente promociones con las que se busca captar el interés de nuevos clientes. Dentro de estas ofertas se incluyen smartphones de última generación a costes de lo más accesibles. Un primer paso para acelerar la velocidad con la que navegas en el hogar e incluso fuera de él. Eso sí, si quieres que todo opere como toca, entonces no te olvides de otros aparatos como los ordenadores o incluso el televisor. ¡La tecnología debe renovarse cada cierto tiempo!
Qué necesitas en cada caso
Uno de los errores más habituales es pensar que lo más caro es directamente proporcional a lo mejor. Ten presente que las necesidades entre los usuarios difieren en gran medida, así que lo mejor es hacer un trabajo de análisis personal para así determinar cuáles son tus necesidades en cuestión. ¿Teletrabajas? ¿Utilizas programas online con mucha descarga de contenidos? ¿Juegas a videojuegos de gran peso? Todas estas preguntas, entre otras, deben formularse antes de elegir una tarifa u otra.
De este modo, pagarás exclusivamente por aquello que realmente vas a utilizar. Tanto en lo que respecta a los megas de subida como a los de bajada. Esto ocurre no solo en lo que respecta a la línea de fibra óptica o ADSL de la casa, sino también a la tarifa del móvil. Si sueles estar en espacios con wifi o si no te pasas el día navegando, quizás los contratos de datos ilimitados no sean para ti. Sin embargo, si has de estar siempre pendiente del smartphone, unos pocos gigas no te serán suficientes.
Fíjate en la atención al cliente desde el primer momento
Una buena tarifa de internet en casa no depende exclusivamente del servicio de red en cuestión, sino también de la atención al cliente que te brinde la compañía contratada. Los problemas técnicos existen y es imperativo que, cuando lleguen, un equipo de especialistas sea capaz de resolverlos con diligencias y sin excusas de por medio.
Esto es algo que se puede contemplar en la primera llamada telefónica o, más tarde, en el proceso de la instalación. Si no te dan un buen servicio de asistencia o si no cumplen con lo pautado, huye de ahí. De lo contrario, con el paso del tiempo irás asumiendo más y más conflictos, haciendo que tus índices de estrés se disparen hasta lo más alto.
Unifica todas tus facturas
Por último, ligado al valor económico, debes saber que la gran mayoría de las compañías de teléfono unifican todas las facturas de telecomunicaciones de sus clientes. De este modo, el pago por internet, línea móvil e incluso fijo serán parte de un mismo todo, el cual se abarata de forma considerable.
Como último consejo, te animamos a que si tienes una segunda residencia valores cuánto es el coste por abastecerla también de internet. Hay empresas con precios muy interesantes que, una vez más, quedan unificados al resto de los pagos que se deben realizar en esta materia. ¡Se acabó prescindir del ecosistema digital!
