Lo que han visto en las imágenes de cabecera es real. No es un fotomontaje que ayude a Facebook a crearse una mejor imagen. No, se trata de una promoción realizada en las calles de Tokio en las que los carteles de moda ofrecían al cliente la posibilidad de compartir con el mundo su gusto por la prenda. Y es que tras todo esto, se esconde un marketing más allá del virtual que se ha hecho realidad gracias al botón Me Gusta.
Y si del botón Me Gusta hemos hablado en muchas ocasiones, no es tampoco la primera vez que vemos salir al dichoso botoncito de la red de Zureckberg. Y es que a todos nos gusta por naturaleza contar nuestros gustos personales, y Facebook ha sabido transformar esa naturaleza en viralidad online, mientras en casos como éste, las tiendas lo traducen en comunicación con fines económicos con su público. No es magia. Es marketing
Más info | Juan Merodio
