Las redes sociales no hacen que escribamos peor o mejor, más aún cuando la mayoría de las faltas de ortografía en Twitter no se cometen por falta de espacio
Tengo que reconocer que soy bastante maniática para la ortografía, y aunque puedo entender sobre todo en Twitter, que con sus 140 caracteres a veces se lo pondría difícil hasta a Cervantes para lograr cuadrar precisamente una frase que diga lo que quieres sin que falte nada, con todos sus puntos, comas y acentos, la verdad es que me parece exagerado la afirmación de algunos de que escribimos mal por Twitter, Facebook y sistemas de mensajería. ¡No! Yo uso todo eso a diario, no solo en mi tiempo libre, sino también como parte de mi trabajo, y de momento, no se me ha contagiado el escribir mal.
No me refiero a escribir palabras juntas, ni tampoco a omitir acentos, que en los móviles, de forma habitual no vienen configurados para poder escribirlos siempre que podamos. Me refiero a cosas como hai, que tiene exactamente las mismas letras que hay, a avra, que sí, tiene una h menos, pero hubiera quedado mejor con la b, o a corason, que por mucho que algunos se empeñen en justificar la s y la z ocupan exactamente el mismo caracter, con lo que Twitter no te va a dar más espacio por escribirlo mal.
La verdad hay que decirla, escribimos mal porque cada vez leemos menos. Y es el leer lo que hace que escribamos bien y de paso que mejoremos vocabulario y gramática con expresiones mucho más complejas. Y sin pretensiones de que ninguno se convierta en un Cervantes, que yo tampoco lo soy, creo que cuando un argumento tiene coherencia gramatical y está bien escrito gana peso. Por mucha verdad que se diga en un tweet con faltas como las que mencioné antes, me parece que cualquiera que lo lea acabará creyendo que poco hay de cierto en él ¿No te parece?
