Grabar el despido y compartirlo en TikTok: Una nueva tendencia que desafía la cultura corporativa

En un mundo cada vez más digitalizado, donde las fronteras entre lo personal y lo profesional se difuminan, surge una nueva tendencia entre la Generación Z: grabar y compartir el momento del despido en redes sociales, especialmente en TikTok. Este fenómeno, que pide mayor transparencia y humanidad por parte de las empresas, está obligando a los departamentos de Recursos Humanos a repensar sus estrategias y políticas.

La falta de políticas de diversidad generacional y la ausencia de programas de bienestar emocional son algunas de las razones detrás de la viralización de esta tendencia. En Estados Unidos, varios jóvenes han documentado y publicado sus despidos, acumulando miles de visitas y generando una imagen negativa para las compañías implicadas. Aunque en España este fenómeno no es tan común, el precedente estadounidense y fenómenos similares, como la Gran Renuncia, han puesto en alerta a las empresas locales.

El caso del cantante C. Tangana en España ilustra cómo compartir experiencias negativas de trabajo en redes sociales puede tener un impacto significativo. Tangana criticó a una cadena de restaurantes por deberle dinero, instando a sus seguidores a no apoyar al establecimiento, lo que generó amplia atención en las redes.

Este movimiento refleja una demanda de autenticidad y transparencia, y aunque algunos buscan desestigmatizar el despido, hay que considerar las posibles repercusiones legales de grabar sin consentimiento. Además, esta tendencia subraya la importancia de una cultura organizacional basada en el respeto y la empatía.

Las empresas deben enfocarse en mejorar la comunicación interna y el soporte emocional, reevaluando sus prácticas de RR.HH. para asegurar un trato digno y justo. La gestión de la diversidad generacional y la implementación de programas de bienestar son cruciales para crear un ambiente laboral saludable.

Finalmente, los departamentos de comunicación y marketing deben considerar la marca empleadora como una parte esencial de su estrategia externa, asegurándose de que la imagen pública de la empresa refleje su realidad interna. La transparencia y la humanidad, más allá de ser una respuesta a una tendencia, deben ser principios fundamentales en la cultura corporativa moderna.

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