La tinta electrónica no mancha, pero deja huella

E reader
¡Ah!, ¿pero todavía hay alguien que crea que la tinta electrónica mancha? Por favor, a ver si nos ponemos al día. La tinta electrónica no mancha, pero, éso sí, está dejando huella.

Es una de las aportaciones tecnológicas más sobresalientes de la inventiva digital y, por extensión, de la divulgación de la cultura de los últimos años.

Técnicamente se puede definir a la tinta electrónica, o e-ink, como la que están en la base de algunos materiales de estructura fina que sirven de sorporte a aparatos de visualización de información, como los e-readers.

¿Cómo operan? Se trata de pequeñas descargas de energía concentradas en puntos muy diminutos de las áreas visibles de esos soportes planos que dan como resultado la combinación de zonas oscuras y claras en alternancia.

Las que acaban formando las letras y las imágenes en las pantallas de los mismos e-readers. Así, desde luego no hay forma de que esta tinta manche.

En realidad, las partículas están llenas de un líquido pigmentado en tonos claros y oscuros bajo el que se arremolinan unos filamentos que activan los dispositivos que les llevan la energía.

Unos se cargan de forma positiva y otros con negativa y, dependiendo del color claro u oscuro, suben y bajan de nivel dentro del fluido.

Cuando suben las particulas cargadas claras, el resultado es una pantalla en blanco allí donde están. Cuando las que suben son oscuras, la imagen se compone de una forma predeterminada. Formando, como digo, los dibujos, las letras o lo que sea necesario según la configuración recurrente del lector.

Una característica de esta tecnología de visualización de la información es que las particulas se quedan en el lugar a donde han sido llevadas por el impulso eléctrico y su carga y se mantienen en los mismos puntos sin necesidad de que circule más energia para sostenerlas estáticas.

El resultado práctico es que el sistema supone un consumo de energía muy reducido. Lo que hace que las cargas de las baterías de los e-readers sean tan duraderas.

Por contra, los cambios de las imágenes, toda nueva reconfiguración de los elementos representados en las pantallas es mucho más lenta que a lo que nos tienen acostumbrados las de los ordenadores personales.

El llamado refresco de las páginas no está muy logrado y el vídeo, por el momento tiene sus inconvenientes en esta tecnología. Pero, al tiempo, al tiempo.

La tinta electrónica no mancha, pero deja huella.

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