En la red social Facebook, una tendencia inusual ha capturado la atención de miles de usuarios: imágenes de Jesucristo creadas mediante inteligencia artificial que adoptan formas tan estrambóticas como espaguetis, huevos o coliflores y otras hortalizas. Estas imágenes, que a menudo van acompañadas de textos como “A nadie le gusta mi trabajo artístico” o “¡Lo hice con mis propias manos!”, no son meras expresiones de creatividad digital, sino que están en el centro de una estrategia más compleja que combina viralidad con potenciales estafas.
El algoritmo de recomendación de Facebook promueve activamente estas creaciones, lo que ha llevado a que algunas de ellas se vuelvan virales, generando grandes audiencias para las páginas que las publican. Estas páginas a menudo aprovechan su popularidad para monetizar o, en algunos casos, intentar estafar a los usuarios.
Renée DiResta, investigadora de la Universidad de Stanford, coautora del estudio «Cómo spameadores y estafadores utilizan imágenes generadas por IA en Facebook para el crecimiento de audiencia», señala que el uso de estas imágenes es un reflejo de la competencia feroz por la atención en la plataforma. Las imágenes generadas por IA se utilizan porque atraen la atención y los sistemas de recomendación parecen favorecerlas, lo que lleva a los creadores a emplear tácticas que aseguren la mayor visibilidad posible.
A pesar de la creatividad que pueden exhibir, las imágenes suelen ser un medio para atraer a los usuarios a interactuar con contenido que, detrás de su fachada innovadora, puede ocultar intenciones dudosas. El estudio de DiResta analizó 120 páginas de Facebook que publicaban estas imágenes, revelando que muchas de ellas tenían una media de casi 130,000 seguidores.
El impacto de estas imágenes va más allá de la simple interacción. Crean un espacio donde los estafadores pueden actuar, como se evidencia en comentarios donde usuarios incautos son llevados a creer en ofertas engañosas o a participar en actividades fraudulentas bajo la promesa de recibir ayuda financiera o productos inexistentes.
La popularidad de estas imágenes plantea preguntas sobre la naturaleza del arte y la autenticidad en la era digital. A medida que la tecnología de IA se vuelve más avanzada, surge el desafío de discernir entre lo real y lo artificial, una tarea que puede ser especialmente difícil para los usuarios promedio de redes sociales.
Facebook, por su parte, ha anunciado iniciativas para etiquetar contenido generado por IA en sus plataformas, aunque estas medidas aún no se han implementado completamente. Este es un paso crucial para ayudar a los usuarios a comprender mejor el origen y la naturaleza del contenido con el que interactúan, potencialmente reduciendo el riesgo de engaños y malentendidos.
Mientras tanto, el debate continúa sobre cómo equilibrar la innovación y la creatividad que permite la IA con la necesidad de proteger a los usuarios de manipulaciones y estafas, asegurando que la red social siga siendo un espacio seguro y fiable para la expresión y la interacción.
Fuentes: Grupo en Facebook Love God Good Love You.