Las redes sociales han cambiado la forma en la que nos mostramos ante nuestros conocidos, pero eso no quiere decir que tengamos que estar subiendo siempre imágenes de felicidad y buenos momentos. Los usuarios de Facebook y otras redes sociales parece que siempre son felices y no hay nada malo en sus vidas. Pero lo cierto es que se nota mucho que hay una suerte de maquillaje en todo lo que subimos, como si no fuera suficiente compartir nuestras imágenes, y siempre hubiera que adornarlas con frases como “desayuno mágico con la familia”.
Las redes sociales necesitan que regresen los usuarios reales, de lo contrario pasará a convertirse en una mera representación de la supuesta realidad que trata de transmitir. Te contamos otras cosas que deberías ahorrarte para no darle un mal uso a tus redes sociales favoritas.
Los hashtags
Alguien tiene que decirlo, no todo lo que aparece en un hashtag es ingenioso o divertido. Hoy pareciera que todos quieren ser los reyes de la fiesta poniendo términos como #amistoso, #golpedealmohadilla, #agresivo. Por favor, una vez puede resultar ingenioso, pero abusar del recurso lo termina gastando.
Proselitismo
No uses las redes sociales para hacer un proselitismo desaforado, de lo contrario terminarás siendo uno de esos usuarios que la gente quiere eliminar de su cuenta. Está muy bien que demuestres que candidatos te gustan y las ideas que defiendes, pero tampoco hay que exagerar.
Los usuarios-predicadores son una plaga que cada vez está más extendida en Facebook y Twitter. Las redes sociales son un reflejo de la vida misma, por eso n sorprende que los militantes más extremistas hayan creado sus cuentas para dejar mensajes proselitistas en todo momento.
También hay partidarios de otras cosas, no necesariamente partidos políticos. Están los fanáticos de un músico o una banda, o de un tipo de películas o un actor. En definitiva, los extremos siempre generan rechazo.
