Los meses de verano es la época del año en la que los españoles disfrutan de mayor tiempo libro. Lo habitual es utilizar ese tiempo para poder llevar a cabo actividades de ocio que nos ayuden a desconectar de la rutina diaria, pero siempre es conveniente tener presente los temas relacionados con la seguridad, y ahora más que nunca, con la ciberseguridad. Según un estudio reciente, un 61% de los españoles sufren algún tipo de ataque en sus dispositivos electrónicos aunque ellos realmente no lo saben. Estas cifras ponen de manifiesto que la protección de identidad y los datos compartidos en la red no se pueden descuidar tampoco en verano.
Para mantener vuestros datos e identidad a salvo, hoy queremos compartir una serie de consejos que os pueden ayudar a conseguirlo.
Actualizar las contraseñas
Es habitual encontrarse a personas que utilizan la misma contraseña para todas sus cuentas un importante error que pone en jaque nuestra seguridad. Además, muchos no han cambiado la contraseña en años, cuando lo recomendable es hacerlo al menos cada seis meses. A la hora de generar nuestra contraseña, esta debería tener al menos una longitud de 8 caracteres alternando mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales.
Actualizar el software
Las actualizaciones de programas, apps, navegadores o sistemas operativos no solo sirven para añadir funcionalidades o cambiar el aspecto de las mismas. Frecuentemente, estas actualizaciones incluyen mejoras de seguridad, por lo que es importante no posponerlas de manera infinita, ya que tener el software al día es una sencilla medida preventiva y fundamental. Activarlas de manera automática en aquellos servicios o aplicaciones que almacenan datos especialmente sensibles, como por ejemplo las aplicaciones bancarias, es una medida imprescindible para mantener nuestros datos, y nuestro dinero, a salvo.
Hacer copias de seguridad de todos los dispositivos
Un ataque informático puede suponer la pérdida de toda nuestra información personal. Para evitar esta situación, es recomendable hacer copias de seguridad de forma periódica a las que poder acudir en caso de cualquier tipo de pérdida.
Revisar o instalar un antivirus
Los antivirus son una herramienta que, además de prevenir ataques hacia los dispositivos, eliminan malware que ya pueda encontrarse en el equipo. Asegurarse de que el antivirus elegido sea fiable e instalar sus últimas actualizaciones es uno de los primeros pasos para un uso seguro y fiable de los dispositivos.
Navegar con precaución
En verano, más tiempo libre equivale a más tiempo conectado. Por eso es importante revisar bien los enlaces antes de pinchar en ellos para asegurarse de que son fiables, teniendo especial cuidado con las fake news, uno de los métodos de ciberataque de moda. También se ha de tener precaución con el correo electrónico para no convertirse en víctima de phising, desconfiando siempre de aquellos emails que soliciten datos personales o bancarios. Para las compras online de verano, solo se debe introducir la tarjeta de crédito en aquellas páginas que comiencen por https://.
Hacer limpieza
También es recomendable darse de baja de newsletters o listas de correo que saturen nuestra bandeja de entrada. Revisa las aplicaciones que tienen acceso a las redes sociales y sus condiciones. Limpia los archivos temporales y las cookies del navegador. En resumen, realizar una buena limpieza informática.
Cuidado con redes Wi-Fi públicas o compartidas
En la playa, en la terraza de un bar o en el autobús. No se debe confiar demasiado en las redes Wi-Fi que no sean privadas, ya que cualquiera que esté conectado a ellas puede robar o copiar los datos personales de los demás. Es muy tentador, sobre todo en el extranjero, hacer uso de ellas, pero hay que prestar especial atención para no introducir contraseñas o datos personales mientras se esté conectado a ellas.
Ponerse al día con las últimas novedades en ciberseguridad
Todos los días los expertos en ciberseguridad descubren nuevos métodos para proteger los datos personales de los internautas, y el verano es un buen momento para ponerse al día con todas ellas. Hay infinitas medidas de ciberseguridad, tanto automatizables como manuales y, cuantas más se empleen, mejor.
