Según un estudio de la consultora Good Rebels (antes Territorio creativo), la profesión de Científico de Datos será una de las más prometedoras y buscadas de la próxima década. El estudio, en el que han participado empresas como Google, BBVA, Telefónica, y reputados profesionales de esa disciplina en el mundo académico, como Felipe Ortega, de la Universidad Rey Juan Carlos, o Esteban Moro, de la Carlos III, analiza las capacidades y herramientas que debe reunir este perfil, así como el alcance potencial de su trabajo.
En el mundo, España es ya el octavo país del mundo por número de profesionales de esta especialidad, y todos los expertos entrevistados afirman que la demanda será exponencial. Sólo en Estados Unidos, en los próximos tres años se necesitará cubrir unos doscientos mil puestos de trabajo relacionados con el análisis de datos, así como un millón y medio de profesionales capaces de extraer conclusiones útiles a partir de ellos.
¿A qué se debe el aumento de la demanda de este perfil profesional?
La respuesta está en la competitividad: para una empresa media del ranking Fortune 1000, una mejora de sólo el 10% en la accesibilidad de los datos resultará en más de 60 millones de dólares de ingresos netos adicionales. Y los pequeños comercios que hagan pleno uso del potencial de los datos podrían aumentar sus márgenes operativos hasta en un 60%, según diversas fuentes. Otras cifras dejan clara la necesidad de incluir expertos en la recogida, gestión y análisis de los datos: de acuerdo con información proporcionada por el MIT, menos del 0,5% de todos los datos que se generan son analizados a día de hoy; y, según EMC, para el año 2020 se crearán 1,7 megas de información por segundo y ser humano.
Un volumen que evidencia la necesidad de profesionales formados específicamente para encontrar en los datos patrones reveladores que puedan tener un impacto real en el negocio, desde agilizar procesos y encontrar respuestas a cuestiones estratégicas vitales para el negocio, relacionadas con ahorro de tiempo y costes, al desarrollo de nuevos productos, optimización de ofertas y toma de decisiones más rápidas y precisas.
España, una potencia mundial en Data Science
Los expertos coinciden en que España está a la altura de los países punteros en ciencia de datos. No faltan profesionales altamente cualificados, ni startups especializadas en el tratamiento de Big Data que destacan entre las más avanzadas del mundo. La oferta académica es cada vez más extensa, tanto en centros educativos públicos como privados. Felipe Ortega, cofundador del Data Science Lab del centro de investigación CETINIA y director del Máster en Data Science de la Universidad Rey Juan Carlos, y Estaban Moro, director del Master de Data Science y Big Data de AFI, y profesor visitante en el MIT (Massachussets Institute of Technology), coinciden en que “el nivel profesional es tan alto que no es descabellado pensar en España como una potencia mundial en Data Science”. El problema es que excelentes profesionales están emigrando para desarrollar su carrera en otros países. Los al tos salarios atraen a los profesionales a lugares como California, “aunque una mayor concentración no sea sinónimo de mayor nivel”.
Ambos académicos señalan que el problema de la ciencia de datos en España no es la preparación de los especialistas, sino algunos de los males endémicos que arrastran la organización del trabajo en las empresas españolas: “la agilidad en los tiempos de implantación de los proyectos no es comparable a Estados Unidos, donde se encuentran muchas menos trabas burocráticas. Igualmente, existe todavía un gap entre academia y empresa: falta dinamismo a la hora de integrar el trabajo de un científico en el ámbito de los negocios”, subraya Felipe Ortega.