Si te descuidas apenas un segundo en las redes sociales puedes perder el control de tu cuenta. Normalmente cuando usamos nuestra cuenta de Internet en la oficina o en un ordenador que no es de nuestra casa nos exponemos a que otros usuarios nos vean introducir nuestra contraseña.
Ten en cuenta que en el tiempo que tardas en ir al baño alguien puede acercarse a nuestro ordenador y cambiar la contraseña para hacerse con el control de nuestros contactos y publicaciones. Los ordenadores en entornos compartidos son un gran riesgo para las redes sociales y otros servicios que incluyen datos privados.
Sesiones abiertas
Normalmente un amigo o un familiar encuentra nuestro ordenador y nos avisa mediante un mensaje gracioso, poniendo cosas que nosotros nunca escribiríamos o directamente avisando que dejamos la cuenta abierta. Sin embargo a veces no tenemos tanta suerte y nuestra cuenta en las redes sociales es descubierta por personas maliciosas. En ese caso estamos ante un gran peligro porque pueden causarnos verdaderos problemas al suplantar nuestra identidad.
Los navegadores web generan una serie de archivos temporales llamados “master passwords” que complican la obtención de contraseñas por parte de desconocidos, pero los hackers y otros usuarios con un poco de conocimiento respecto de informática pueden acceder a nuestras contraseñas si se las ingenian y cuentan con algunos segundos de despiste.
Facebook no permite cambiar la contraseña en la sesión iniciada sin conocer la contraseña previa, pero a través de las cookies que genera el navegador web es posible que ciertos usuarios descubran las contraseñas que usamos.
En Google Chrome basta con acceder a las herramientas del desarrollador mediante el comando Ctrl+Shift+I y tomar una fotografía de la sección de cookies. Configurando manualmente las cookies se puede luego acceder a tu cuenta sin que te enteres. Es muy importante cuidarnos cuando usamos nuestras cuentas de redes sociales en ordenadores a los que otras personas pueden tener acceso.