Como bien sabréis, el próximo viernes 29 de noviembre se celebrará en todo el mundo el Black Friday. Para este año se espera un récord anual de consumo, pero también representará un lamentable impacto negativo que la sociedad infligirá al medio ambiente. Este impacto negativo será debido a las comprar compulsivas que muchos de nosotros llevaremos a cabo por el simple hecho de ser ese día. Para que esto no ocurra, sería necesario que antes de realizar cualquier compra, nos preguntásemos si realmente necesitamos ese producto.
Los expertos vaticinan que a lo largo de ese día, en España se registrará un volumen de compras que supondrá un 400% más elevado que la edición del pasado año. Las previsiones apuntan que las ventas totales alcanzarán los 1.710 millones de euros, lo que supone un incremento del 10% respecto al 2018.
Siguiendo con las estimaciones, cada español gastará de media unos 200 euros en compras, adelantando los regalos de Navidad o bien dejándose llevar por caprichos que durante ese días serán más económicos. Todas esas compras equivaldrán a las emisiones de 80 Kg de CO2 a la atmósferea en un solo día por persona. Procesos de producción y consumo de materias primas, plásticos y envoltorios, el impacto ambiental del transporte y la logística para lograr que cada producto llegue al comercio y que cada cliente reciba en casa sus compras online…
Llamamiento urgente en defensa del planeta
Ante estos preocupantes datos, la empresa social Gratix hace un llamamiento urgente a la sociedad, invitándola a reflexionar sobre la necesidad real que subyace tras esas compras, en muchos casos compulsivas, y que principalmente se concentran en artículos de electrónica y moda, dos de las industrias más nocivas para el medio ambiente.
“La situación actual del planeta es ya lo suficientemente crítica como para plantearnos seriamente qué podemos hacer cada uno de nosotros para, en la medida de nuestras posibilidades, contribuir a frenar el cambio climático. Si bien es cierto que los gobiernos deben liderar políticas claras en favor del desarrollo sostenible, también la sociedad debe asumir su responsabilidad, a través de pequeños actos diarios sencillos que, vistos en conjunto, representan mucho. Y tratar de modificar nuestros hábitos de consumo, dejando de lado el patrón del consumismo en favor de un consumo responsable, apostando por la reutilización y la economía circular, sería una magnífica manera de comenzar”, asegura José María García, CEO y fundador de Gratix.
Un ejemplo de pequeña acción de gran alcance: si nos replanteáramos el acto de consumir de forma desenfrenada durante el Black Friday, evitando el citado impacto negativo generado en el medio ambiente, estaríamos logrando que cada persona tuviera el mismo efecto positivo que 4.000 árboles absorbiendo CO2 durante un día completo, convirtiendo el ‘viernes negro’ en un ‘viernes verde’.
“No se trata de no comprar. Obviamente, el consumo es inevitable y además es necesario. Se trata de dar más valor al hecho en sí mismo de consumir, de hacer de ello un acto más consciente, asumiendo sus efectos colaterales, y reservándolo para aquellas cosas que realmente necesitamos. Se trata también de no acumular bienes materiales que ya no usamos, de plantearnos la posibilidad de que otras personas les den una segunda vida, como nosotros podemos recurrir también a ese circuito de la economía circular para buscar aquello que nos hace falta, sin necesidad de gastar dinero ni de fomentar una producción innecesaria, con todas sus consecuencias para el medio ambiente”, sostiene José María García.
Ésta es la filosofía que defiende Gratix. Su propósito: mejorar el mundo a través del consumo responsable. Y a través de su app ofrece a la sociedad una herramienta para ponerlo en práctica, regalando lo que no necesitas y pidiendo aquello que deseas, con un planteamiento de responsabilidad, generosidad y sostenibilidad.