Hoy vamos a volver a hablarles de nuevo de cuentas en redes sociales, sobre todo en el mundo del marketing de social media, porque no todo es lo que les parece. Y es que los vendedores de cuentas en Twitter, eso que nos plantean la compra de una cuenta cualquiera con miles o incluso millones de seguidores, parecen estar a la órden del día, y hoy queremos alertarles de este fenómeno que además resulta ser fraudulento si atendemos a las políticas de la empresa.
Que nos planteen comprar para una determinada marca o producto una página Twitter con una serie de seguidores ya obtenido es como si nos dijesen, espere que le regalo el logo de Coca Cola, pero usted lo que tiene que vender son sombreros de diseño. ¿Por qué digo esto? Muy simple. Cuándo nos hacemos seguidores de un perfil Twitter lo hacemos porque consideramos que nos gustan los temas que se tratan, nos gustan sus tweets y nos gusta lo que nos cuentan, pero la verdad es que si ese perfil cambiase del todo, dejarían de seguirlo o simplemente lo ignorarían.
¿Qué supone entonces pagar a uno de esos vendedores de cuentas en Twitter? Pues aunque les parezca una ganga, porque a veces los precios son bastante asequibles, lo único que van a conseguir son tres cosas, y todas ellas negativas. La primera estropear su marca. La segunda aburrir a sus seguidores. Y la tercera, pueden tener problemas con Twitter. ¿Aún les sigue compensando?